Mainichi Ie ni Kuru Gal ga Kyorikan Zero Demo Yasashiku nai [Capítulo 5]

La gente puede hacer parecer fácil esforzarse por sí misma

Hoy es Domingo.

Fuwa verifica el estado de su tobillo dando pasos en la sala de estar y probando levantarse en un pie.

—Ya se siente bien. Pero debo procurar no exagerar, mañana volveré a las consultas en el hospital, y si todo sale bien, tal vez pueda reanudar el ejercicio.

Ryoko se siente satisfecha con el estado de salud de Fuwa. Y Taichi observa la interacción de ambas desde una distancia corta.

—En serio, de verdad agradezco haber sido acogida aquí. Si estuviera sola en casa, probablemente estaría desanimado y comiendo en exceso. 

—Eso es bueno, habría sido una lástima que luego de haber hecho una mejora excepcional en tu apariencia, tuvieses que subir de peso. — dice Ryoko mientras asiente.

—Incluso si me animas, sólo podría preparar la comida jaja.

—Oh, en ese caso, Manten-chan, ¿quieres preparar el almuerzo hoy?

—No hay problema. De hecho, si quieres, puedo preparar la cena también”.

—No, eso no. La cena de esta noche será una celebración por la recuperación de Manten-chan, así que será un poco lujosa.

—¡Oh! ¡Ryokon eres increíble!

Aunque todavía no se puede bajar la guardia, parecía que la lesión en el pie había sanado por completo.

—Bien, aunque hoy es domingo, ¿ustedes dos tienen planes? — dijo Ryoko alternando su mirada de Fuwa a Taichi.

Sin embargo, Taichi y Fuwa se miran el uno al otro y responden al unísono: “Nada en especial.” 

Al ver esta actitud de ellos, Ryoko sonríe con picardía.

—Entiendo, en ese caso… ¿Qué te parece si tú y yo vamos al baño público esta tarde, Manten-chan? Me enteré de que tú y Taichi fueron a la sauna, y pensé que también me vendría bien relajarme un poco, ¿qué dices?

—Oh, suena bien. Además, será la primera vez que saldremos juntas además de ir al supermercado.

—Entonces, ¿es un sí?

—¡Por supuesto!

—Genial.

—¡Iré a prepararme! — dijo Fuwa corriendo hacia la habitación de Ryoko.

—Por cierto, Taichi, ya que Manten-chan ha elegido nueva ropa para ti, deberías también arreglarte un poco el caballo, ya sabes, para mejorar lo básico de tu apariencia.

—¿Eh? ¿A qué viene eso?

—¿No es obvio? Siempre llevas el cabello largo y descuidado. Si te gusta Manten-chan, deberías arreglarte un poco, si no, es posible que empieces a desagradarle más de lo que lo haces ahora.

(…El malentendido seguía persistiendo.)

Ryoko sigue creyendo que Taichi está enamorado de Fuwa. Ha imaginado por sí sola el motivo por el cual su hermano empezó a hacer dieta, y su delirio ha seguido descontrolado hasta el día de hoy.

Pero, es un hecho innegable que Fuwa está teniendo un impacto considerable sobre Taichi en la actualidad, aunque si esto es algo bueno o malo, ni siquiera Taichi lo sabe todavía…

—Perdón por la demora, aunque sé que es por la tarde, quería estar lista… Espera, ¿de qué están hablando ustedes dos?

—Oh, Manten-chan. Justo a tiempo, estaba pensando en hacer una completa transformación en mi hermano tonto aquí. Pensé en enviarlo a mi peluquería para que le hagan algo diferente en el cabello, ¿qué te parece?

—¡Oh, suena emocionante! Pero, seguramente Utsugi no sabe qué corte de pelo querrá. ¿Quieres que revise cuál le quedaría mejor?

—Oh, eso es genial. Manten-chan, ¿puedo pedirte eso?

—¡Sí!

—¡Esperen un momento! ¿Y mi opinión dónde queda?

—Rechazada.

—Ni siquiera está a discusión.

(Esto es cruel…)

Taichi recibió un duro golpe por parte de su hermana, quien había unido fuerzas con Fuwa.

Llevaron una computadora portátil a la sala de estar y comenzaron a discutir inmediatamente sobre el peinado de Taiichi.

¿Deberían mantener el estilo actual con la longitud actual del cabello o cortarlo completamente?

Sin embargo, debido a que se consideró que el cabello largo daría una impresión descuidada y pesada, decidieron optar por un estilo de dos bloques para mayor seguridad. Parece que los detalles sobre el peinado se decidieron consultando a un estilista.

Pero, ¿es apropiado que las decisiones se tomen casi sin la intervención de Taichi?

Ryoko llamó de inmediato a su peluquería de confianza y reservó una cita.

Honestamente, Taichi no estaba entusiasmado. Tener que sumergirse en un ambiente que parece encarnar la palabra “estilizado” a pesar de la falta de entusiasmo, es una tarea que solo se puede abordar entrando en un estado mental similar al de un soldado suicida.

—¿Todavía tienes algo del dinero que te di este mes para la dieta, verdad?

—Sí. Alrededor de 5000 yenes.

—Con eso debería ser suficiente para un corte de pelo y un champú. Podemos aprovechar el descuento de estudiante. Pero, sea cual sea el peinado que elijas, asegúrate de preguntar cómo peinártelo adecuadamente. También les mencioné en el salón de belleza que eres nuevo por ahí, para que te ayuden un poco.

—Ryoko, ¿no estás siendo un poco sobreprotectora con Utsugi?

—…Opino lo mismo… Bueno, ¡Taichi, prepárate para salir! Tienes una reserva para las dos de la tarde. Si te vistes con la ropa que compraste anteayer, no deberías sentirte fuera de lugar, ¡así que mantén la cabeza en alto!

Al final, después de almorzar, Taichi fue prácticamente escoltado por Ryoko fuera de la casa, con cierta presión hacia lo desconocido.

La anticipación por cruzar la frontera hacia lo desconocido hizo que involuntariamente encorvara la espalda.

—Utsugi, al menos endereza un poco tu postura.

De repente, recordó las palabras que Fuwa mencionó en la sauna hace unos días.

(…¿Por qué justo ahora?)

Siente como si el lugar donde recibió el golpe aún estuviera adormecido. 

Taichi levanta la cabeza y activa ligeramente los músculos de su abdomen. Solo con eso, siente que su mirada se eleva un poco más, y observó su reflejo en el espejo convexo.

No hay confianza. No debería tenerla. Desde la infancia, lo que ha llenado el interior de Taichi ha sido un sentimiento de inferioridad hacia sí mismo. No es algo que se pueda eliminar de la noche a la mañana.

Si realmente quisiera deshacerse de ello, necesitaría estar dispuesto a eliminarlo como si estuviera raspando el cuero cabelludo con una lima. Eso significaría derramar sangre, sería igual de doloroso.

—Supongo que… No está mal, ¿verdad?

Una nueva apariencia que contrasta con la impresión de cansancio que había tenido hasta ahora, resultaba algo diferente en su personalidad.

Fuwa y Kirisaki, las chicas gal que Taichi solía evitar, han descubierto un cambio en él.

—…Bien.

Taichi toma una pequeña decisión de enfrentar tal dolor. Es una resolución realmente insignificante, sólo se trataba de ir a la peluquería. Y aunque estaba nervioso, decide seguir adelante.

Con una mirada afilada hacia adelante, cortando el viento con los hombros… Taichi parece intimidante, lo que hace que los vecinos se aparten temblorosos hacia los bordes de la calle y los perros ladren.

Cuando se detiene al ser ladrado por un perro, se encuentra con la mirada de un perro adorable que muestra una postura amenazante.

(¿Estoy desafiando a un perro…?)

Su postura parecía como si estuviera desafiando a los perros que lo miraban fijamente.

Taichi, por más que lo intentara, sigue sin parecer convincente.

***

Volviendo a la casa donde Ryoko y Fuwa estaban…

—Así que, ¿nos vámonos también? Hace años que no tomo un baño a esta hora.

—Yo casi nunca voy desde que dejé la escuela, así que es como mi primera vez de alguna manera.

Empacan todo lo necesario en una bolsa y se dirigen al baño público de la zona.

El establecimiento quedaba a unos quince minutos caminando. El lugar había sido remodelado recientemente, tanto por fuera como por dentro, se ve bastante nuevo.

Al comprar las entradas en una máquina expendedora que estaba en la puerta de la entrada, se dirigieron a los vestuarios.

Fuwa se quitó la ropa sin la menor vergüenza. Observando su desfachatez, Ryoko también guarda su ropa en una canasta.

—Mmm… Manten-chan, tienes una figura muy buena. Eres alta y envidiable.

Ryoko recorre con la mirada el cuerpo entero de Fua de arriba abajo. 

Su cuerpo se ve mucho más tonificado que hace un mes. Tiene un rostro pequeño y una altura impresionante. Su cintura alta y las líneas de sus piernas era muy elegantes a la vista. 

Seguramente se debía a su trabajo como modelo a tiempo parcial.

—Aunque digas eso, Ryokon tiene un busto mucho más grande que el mío. Y aun así, tiene una cintura delgada. Ya lo sospechaba por la ropa, ¡pero es mucho más impresionante de lo que pensaba! Como mujer, es un poco envidiable.

—Bueno, sí… pero en general, el equilibrio no es el adecuado en esto… Aun así, basta con mostrar un poco de descuido para que todas las miradas se centren en eso…

—Cierto, pero ¿qué podemos hacer? Es algo que simplemente salta a la vista aunque no intente ocultarlo.

Ryoko sonríe con amargura mientras se cubre con la toalla. Desde hace mucho tiempo, el enorme aumento de su busto ha sido un complejo para ella.

Ha atraído atención no deseada, miradas envidiosas y celosas de otras mujeres, así como miradas lascivas de chicos en la adolescencia. La ropa que puede ponerse está limitada, a veces suele no prestarle atención al tipo de ropa que utiliza. 

No obstante, cuando tiende a ponerse ropa de trabajo o vestidos más elegantes, acentúa mucho sus pechos, lo que lo vuelve peor.

No todas las mujeres la ven con los mismos ojos amables que Fuwa. Algunas hablan a sus espaldas, insinuando que ella busca agradar a los hombres.

Para Ryoko, ese montón de grasa que cuelga de su pecho era solo un estorbo.

—Me gustaría tener un tamaño como el tuyo, Manten-chan.

Incluso desde la perspectiva de otros, se podía apreciar líneas muy hermosas. Y para Ryoko, el estilo de Fuwa resultaba mucho más envidiable a la vista.

—Bueno, dejemos de hablar de pechos por ahora. Vayamos directo a los baños.

—Sí. Ah, antes de eso…

Fuwa saca algo parecido a un gorro de su bolso.

—¿Qué es eso?

—Es un gorro de sauna. Al usarlo, parece que el cabello sufre menos daño en la sauna.

—Oh, ¿existe algo como eso? Pensé que simplemente había que entrar a la sauna sin más.

—Sí, entonces permíteme mostrarte cómo se usa.

—¿En serio? Te lo agradeceré mucho.

Después de que ambas lavaron sus cuerpos y se sumergieron en la bañera para calentarse un poco, procedieron a entrar en la sauna.

Fuwa abre la puerta de la sauna con entusiasmo. Al ser durante el día, hay poca gente presente.

—Manten-chan, abramos la puerta de la sauna suavemente, ¿de acuerdo?

—Oh… Lo siento mucho…

Al entrar a la sauna, hicieron un pequeño saludo a las otras mujeres que ya estaban dentro, y se sientan en un rincón colocando una toalla en sus asientos.

—Ryokon, ¿te gustaría usarlo? — dijo Fuwa ofreciéndole el gorro de sauna.

—¿Estás segura? Después de todo, ¿no es para proteger tu cabello?

—No es gran problema, una vez no hace daño.

—¿En serio? Gracias.

Ryoko usa el gorro de sauna prestado por Fuwa. Siente que el calor que le llega a la cabeza se bloquea, lo que le hace sentir un alivio momentáneo.

—¡Uff… ¡Qué calor…!

—Así es… ¿crees que aguantaré 10 minutos?

—No deberías forzarte demasiado.

Y así, ambas lograron pasar 10 minutos dentro del sauna.

—Uff… ¡No puedo más!

—Yo también, salgamos, mi cuerpo necesita agua fría.

Con esas palabras, ambas mujeres salieron de la sauna con sus cuerpos bañado en sudor, y se dirigieron inmediatamente a las duchas.

Luego de lavar sus cuerpos, se fueron directo a la piscina de agua fría.

—¡Aaaahhh!

Con un sonido metálico, ambas exhalan lentamente mientras sus cuerpos se sumergen lentamente en la sensación de frío que los hace sentir como si se estuvieran comprimiendo.

—Es.. increíble… sigue siendo tan… efectivo…

—Sí… de verdad siento que mi corazón se detiene…

Sin embargo, después de un tiempo, la sensación punzante de frío en la piel comienza a disminuir.

Tras estar sumergidas en el agua fría por unos segundos, salen y van a la zona al aire libre con la intensión de descansar en las sillas de playa alineadas.

—Ahh…

—Estoy segura de que podría llegar a quedarme dormida aquí…

—Te entiendo… La última vez que vine, casi sucedió.

Después de ser calentados y enfriados al límite, el contacto con el aire exterior genera una sensación de liberación indescriptible. Ambas se sienten completamente relajadas y a gusto.

—Oye, cuando estabas en la bañera y en el agua fría, tus pechos seguían flotando mucho. ¡Es la primera vez que vi algo así!

—¡¿Me estabas viendo?! Además, no te burles de los adultos.

—Lo siento, sólo pensé que se veían increíbles… ¡Realmente envidio el tamaño!

—No es tan genial como piensas. — dice Ryoko mientras sostiene su pecho envuelto en una toalla.

Fuwa, observando la reacción de Ryoko, cambia de tema.

—Bien, descansaremos aquí durante 15 minutos y luego seguiremos el ciclo de sauna como antes. ¡Tres rondas en total!

—Está bien… Uff… Es la primera vez que hago esto, algo me dice que me pasará factura luego. 

Tras decir esas palabras, Ryoko se relaja aún más en la silla.

Pero de repente, cambia de posición en la silla y se vuelve hacia Fuwa.

—Oye, Manten-chan, ¿te importaría si te hago una pregunta?

—Sí, ¿Qué pasa?

—Umm… Tú… ¿Cómo crees que el resto de los chicos ven a Taichi en la escuela?

—Ahh… él… bueno…

—Sí. Si pudieras, ¿podrías decirme tu opinión sincera sobre cómo tú lo percibes en la escuela?

—Mmm… Bueno, es un poco distante, por así decirlo. Y también, no dice lo que realmente piensa, siempre está temeroso, es como si careciera de confianza en sí mismo… Perdona, Ryokon, no quiero decir nada incorrecto, es sólo que, es tal y como lo ves, alguien introvertido.

—Sí… Tienes razón, sé que él es así.

Ryoko suspira profundamente.

Fuwa, notando la reacción de Ryoko, agrega otro comentario rápidamente con un poco de desconcierto.

—Pero… ¡recientemente ha mostrado un poco de mejora! Habla un poco más que antes… aunque sigo sintiendo que mantiene esa misma falta de confianza en sí mismo. Siempre está temeroso… eso es un poco molesto, ¿no crees?

A pesar de que Fuwa intentó darle un poco de esperanzas a Ryoko al hacerle saber que su hermano mostraba indicios de mejora, esta comprendió hacia donde iban los tiros.

—Sí, exactamente. Estoy de acuerdo con Manten-chan. Ese niño tiende a menospreciarse un poco.

Ryoko se tumba boca arriba, se cubre los ojos con el brazo y mira hacia el cielo a través de un pequeño hueco.

—Pero, ¿sabes algo? Él no siempre fue así. 

Y así, Ryoko comenzó a contar cómo era la vida de su hermano menor antes de convertirse en alguien introvertido y con cero confianza en sí mismo.

***

Es difícil imaginarlo ahora, pero en su infancia, Utsugi Taichi era una persona con una personalidad muy activa.

Al menos, hasta los primeros años de la escuela primaria…

Sin darse cuenta, su personalidad extrovertida se transformó en una más introvertida, llegando al punto de quedarse en casa todo el tiempo.

—Mi padre… o más bien, mi madre. Siempre comparaba a Taichi y a mí. Probablemente lo hacía de forma inconsciente. Mi padre, en su mayor parte del tiempo estaba centrado en el trabajo y no era muy bueno en la comunicación familiar, así que generalmente se mantenía al margen.

En la etapa de primaria, Taichi no carecía de habilidades, de hecho, se encontraba en un lugar bastante bueno. Sin embargo, Ryoko destacaba incluso más.

A pesar de la diferencia de edad entre los hermanos, su madre señalaba la brecha de habilidades, instando a Taichi a “esforzarse más”. “Así no vas a ser como tu hermana mayor”, era una frase común que su madre utilizaba para aconsejar a Taichi.

Cuando era pequeño, Taichi era puro, con una mezcla de admiración por su hermana y el esfuerzo por cumplir las expectativas de su madre. Como resultado, pasó menos tiempo jugando afuera y más tiempo sentado frente a su escritorio en casa.

…Sin embargo, Taichi nunca logró superar los logros académicos de su hermana en ese entonces. No es que sus calificaciones fueran malas. De hecho, se podría decir que había obtenido resultados que merecían ser elogiados.

No obstante, una vez que una persona conoce un nivel superior, le resulta difícil aceptar uno inferior… Su madre nunca reconoció los esfuerzos de Taichi. Poco a poco, Taichi disminuyó su autoevaluación y se colocó la etiqueta de “inepto para todo” por sí mismo.

—A pesar de todo, tenía buenos amigos en la escuela primaria con los que se llevaba bien. Durante esos momentos jugando con ellos, Taichi todavía parecía disfrutar de la vida. Pero, fue alrededor de quinto grado cuando uno de esos amigos se trasladó a otra escuela… Desde entonces, se encerró en su propio caparazón. En esa época, la presión de nuestros padres era tan abrumadora que yo también tuve dificultades y sin tiempo para preocuparme por mi hermano…

A medida que las expectativas de la madre hacia Taichi disminuyeron, se dirigieron por completo hacia Ryoko.

En ese entonces, Ryoko era estudiante de segundo año de secundaria. 

Junto con la rebeldía propia de la adolescencia, chocaba frecuentemente con sus padres. Descuidaba sus estudios, salía a divertirse, se arreglaba el cabello de manera llamativa, desobedecía las normas del uniforme, y faltaba a clases regularmente, mostrándose bastante traviesa.

Por supuesto, sus calificaciones sufrieron. Esto provocó grandes peleas con sus padres. Hubo un período en el que incluso se fue de casa y se quedó en casas de amigos.

Pero un día en particular…

—Cuando fui sigilosamente a casa a buscar algo de ropa, a pesar de ser un día laborable, encontré a Taichi en casa… Podría haberlo ignorado y salir, pero su expresión en ese momento parecía tan desolada que no pude evitar preguntarle ‘¿Qué pasa?’… y entonces él…

“Hermana… ¿Todos serían felices si yo desapareciera…?”

—Dijo esas palabras con una expresión seria, con una mirada tan sombría que me hizo estremecer. Parecía creer sinceramente que su familia discutía por culpa de él, que era un inútil.

Fue aterrador. Posteriormente se supo que, tras la partida de su amigo, Taiichi dejó de asistir a la escuela. Aquel hermano que solía esforzarse al máximo en todo y al que solía considerar algo ruidoso y juguetón, estaba ahora acurrucado, mirando fijamente a su hermana con ojos vacíos.

—Así que, no pude simplemente ignorarlo, y tras eso, regresé a casa. Bueno, después de una gran pelea con mis padres, nuestra relación empeoró bastante.

—Parece que la tensión era mayor de lo que esperabas en tu relación con él.

—Sí, es cierto. Pero ahora, con papá de viaje de negocios en el extranjero y mamá acompañándolo, me siento mucho más aliviada. Así que de alguna manera logré que mi hermano volviera a la escuela antes de entrar en sexto grado. Pero desde entonces, continuó sin relacionarse con nadie, pasó a tener problemas de sobrepeso por comer en exceso, transformándose de aquel niño regordete hasta hace poco.

Encerrado en casa y absorbido por los videojuegos, Ryoko era el único pilar de apoyo de Taichi.

Sin embargo, para Taiichi, Ryoko era como una espina clavada.

Ella era su guía, pero al mismo tiempo estimulaba sus sentimientos de inferioridad. A pesar de comprenderlo, Ryoko siguió al lado de Taichi. Sin esperanza de que sus padres cambiaran, ella decidió permanecer cerca de él.

—Así que, Utsugi tiene un poco de complejo por su hermana mayor, ¿no?

—Sí… Pero cuando él era pequeño y me seguía a todas partes diciendo ‘Onee-chan, Onee-chan’… era bastante lindo en ese entonces.

—…

Fuwa tenía una expresión algo ambigua en su rostro. Descubriendo aspectos negativos de la persona a la que había comenzado a admirar.

—No es que eso signifique algo en particular, pero… me alegraría mucho si no le caes mal a ese chico. No te pido que seas la mejor amiga de él, con que interactúes con él, es suficiente. Creo que alguien como Manten-chan, que avanza de manera decidida, sería un factor importante en su vida.

—Bueno, me he encargado de él en cierta medida, así que supongo que puedo hacerlo.

—Gracias. Manten-chan, das la impresión de que eres alguien buena para cuidar de los demás.

—¡¿Eh?! ¡No es para tanto! ¡Realmente no estoy interesada en cuidar de nadie!… Pero, es solo que… supongo que es lo mínimo que puedo hacer después de ustedes… cuidaron bien de mí. — respondió Fuwa con el rostro sonrojado.

Ryoko no pudo evitar soltar una risa ante la expresión de Fuwa, que estaba un poco ruborizada. A pesar de parecer descuidada y superficial, en el fondo, ella era sin duda una chica amable.

—¿De qué te ríes? ¡Muy bien! ¡Yo iré primero a la sauna!

—Jaja…

Fuwa dejó la zona al aire libre con pasos decididos. 

Ryoko, viendo cómo se aleja, no puede evitar reír con una mano en la boca, y unos segundos después, se dispuso a ir hacia la sauna también.

Sin embargo, como si fuera una especie de castigo, se ve obligada a soportar el calor por exactamente quince minutos más, y Ryoko casi se desmaya.

(Creo que debo tener más cuidado en burlarme de ella.)

Saliendo sudorosa al exterior, Ryoko reflexionó brevemente mientras seguía un poco de autocrítica.

***

Mientras tanto…

Taichi caminaba de un lado a otro.

Recorría la calle frente a la entrada de la peluquería. La gente que pasaba lo evitaba, con una mirada aguda (que podía parecer poco amigable debido a la tensión), y continuaba su camino, lanzando nuevamente miradas a la peluquería.

Al igual que el edificio de la estación el día anterior, la peluquería frente a él también parecía estar envuelta en una extraña aura.

Como una persona que camina en las sombras, estaba seguro de que simplemente tocar esa puerta le quemaría la piel.

—Um… ¿Está todo bien…?

—¡¿Eh?!

De repente, una mujer que parecía ser parte del personal de la peluquería lo miró desde adentro, rompiendo su estado de aturdimiento. 

—Um, tengo una reserva…

—¿Eh? ¡Ah! ¡Ah, entiendo! ¿S–Su nombre es…?

—Es… Utsugi. Utsugi Taichi.

—¡V–Voy a verificarlo! ¡Por favor, espere adentro!

Siguiendo las indicaciones del personal, Taichi pasó a través de la puerta llena de energía. 

De repente, el aroma ligero de productos para el cabello y el típico aroma a champú flotaron en el aire. El interior del salón contrastaba notablemente con el exterior, creando en Taichi una sensación de estar completamente fuera de lugar.

En el área de espera, los otros clientes hojeaban revistas de moda con una actitud elegante y segura. Todos ellos transmitían una sensación de preocupación por su cabello y su vestimenta sin necesidad de decirlo.

Taichi al notar esto, instintivamente tocó su cabello. 

Aunque había peinado mínimamente su cabello con un peine, el resto permanecía descuidado y sin peinar. Se sintió incómodo ante la sensación de estar fuera de lugar.

—Ahora sí, disculpe la espera. ¿Es usted Utsugi-san con reserva a las 14:00? Por favor, siga por aquí.

—¡S–Sí!

Involuntariamente, su voz sonó alta y atrajo la atención de los presentes.

Al sentarse en la silla indicada, un miembro del personal masculino con una suave sonrisa apareció.

—Buenos días. Parece que eres el hermano de Ryoko. Solo escuché que sería un corte y un lavado, ¿eso está bien para ti?

—S–Sí. Por favor.

—¿Tienes alguna preferencia para tu corte de cabello?

—Uh, pues… no estoy seguro sobre el corte de cabello…

—Entonces, voy a traerte algunas revistas y seleccionaremos juntos el corte que te guste.

Aparentemente, el sujeto que está atendiendo a Taichi es quien se encarga de atender a Ryoko cuando visita la peluquería. 

Quizás debido al sesgo de ser el hermano de Ryoko, él se mantiene imperturbable incluso al mirar a Taichi.

—Hmm, entiendo. Ciertamente, tus ojos y todo tienen un parecido con Ryoko. Pero en general, das una impresión bastante sólida, así que algo corto en lugar de largo sería mejor… ¿Qué tal algo como esto?

El peluquero le daba recomendaciones a Taichi mientras que ojeaba la revista. Pero para él, era difícil distinguir cuál es cuál. 

Las diferencias como la longitud del cabello son prácticamente indistinguibles para él. 

—Um, ¿qué tal este? ¿Crees que me quedaría bien?

—Bueno, esto es un peinado hacia arriba. Creo que se vería bien en ti, Taichi-kun.

—E–Entonces, este. Y, también, ¿cómo debo peinarlo…?

—Es una cuestión de técnica. Después de cortar y lavar, te mostraré cómo darle forma.

—Por favor.

Y así, comenzó el primer corte de cabello de Taichi en una peluquería en toda su vida.

Su cabello descuidado y alargado, fue cortado de manera decidida. La forma de su rostro, oculta hasta entonces por el cabello, comenzó a revelarse gradualmente. 

Con los hombros tensos por la ansiedad, Taichi respondía con nerviosismo a las conversaciones casuales que surgían durante el corte mientras le arreglaban el cabello…

***

Y así, con el corte terminado, volvió caminando hacia su casa.

(Es la primera vez que tuve una conversación prolongada con alguien desconocido.)

Para el habitual Taichi, lograr entablar una conversación con un desconocido era bastante notable. Por supuesto, el interlocutor era un profesional de la peluquería, así que eso también fue un factor importante.

En la mente de Taichi, la asociación de peluquería igual a temor comenzaba a desmoronarse.

En su camino de regreso a casa, se miró a sí mismo en un espejo de la calle, igual que cuando salió.

—¿Quizás esto es lo que las personas se refieren a tener un ‘buen aspecto’?

Si Fuwa estuviera allí, diría que está sobreactuando. ¿O tal vez le diría un comentario diferente?

—¡!

Sorprendido por su propia esperanza de recibir una evaluación, Taichi sacudió la cabeza.

—Es mejor no pensar en eso.

Se recordó a sí mismo que no debe volverse vanidoso. Taichi sabía muy bien lo miserable que pueden ser las expectativas.

Por esa razón, no esperaba nada de nadie… Ni siquiera de sí mismo.

—Estoy en casa.

Taichi abrió la puerta de entrada, y vio dos pares de zapatos. Los de Ryoko y los de Fuwa. Y otro par más que eran de Kirisaki, quien recientemente ha estado yendo a la casa de los Utsugi.

La razón de la presencia de Kirisaki es un misterio, pero probablemente haya venido a pasar el rato porque está aburrida. 

Ante este hecho, su corazón comenzó a latir con fuerza, y desde la sala de estar se podía escuchar una conversación alegre.

(¿Cuál será la reacción?)

Con una gran decisión, Taichi se adentró a la sala de estar.

—Ya llegué.

—¡Bienvenido! ¡Oh…!

—¡Hola! Estoy aquí, Woody… ¡Oh!

Tanto Ryoko como Kirisaki dirigieron sus miradas hacia Taichi, y ambas dejaron escapar exclamaciones, y un poco después, Fuwa también lo miró.

—Oh…

Por un instante, los ojos de Fuwa se encuentran con los de Taichi, y este desvía la mirada rápidamente. 

La reacción era más tenue de lo que había imaginado. Taichi siente un nudo en el estómago y una sensación de opresión en el pecho.

(…Hmm, tal vez… este peinado no me queda bien después de todo…)

—Te ves bastante bien. Definitivamente es mucho mejor que antes.

—¡Sí! ¡Woody, cortarte el pelo fue una buena decisión! Definitivamente te queda mucho mejor. El anterior te hacía parecer extremadamente introvertido, jajaja.

—No está tan mal como pensaba. Pero es importante que sigas manteniéndolo así en el futuro.

—Ah… S–Sí, estoy bien. Me aseguraré de mantenerlo así.

Taichi recibió una reacción más positiva de lo que esperaba y responde sorprendido. 

Sin embargo, Fuwa notó algo en seguida.

—¡¡Respuesta equivocada!!

—¡¿Qué?!

—¡Te mereces un golpe en la frente por haber dudado en responder!

—Espera, no…

—¡Uno, dos, tres!

—¡Ouch!

Los dedos de Fuwa explotan en la frente de Taichi sin importarle la presencia de Ryoko.

—No se trata solo de verse bien por fuera, ¡también debes ser genial por dentro, Utsugi!

Mientras repite esto, Fuwa chasquea los dedos mostrando una extraña sonrisa dirigida a Taiichi.

***

Lunes por la mañana.

Taichi llegó a la escuela luego de haber pasado el fin de semana en casa, y como pueden imaginar, hizo acto de presencia con un nuevo corte de cabello, haciendo que el salón de clases se quedara en silencio por un momento.

Su cabello, que solía ser descuidado y largo, ahora estaba corto y bien arreglado, a su vez que dejaba al descubierto su rostro.

El resultado era una apariencia totalmente diferente con respecto a su imagen anterior.

Antes daba la impresión de ser un chico tímido y reservado, ahora inspira miedo a cualquiera que lo ve.

Todos en la clase lo observan atentamente, intrigados por su transformación. Sin embargo, su actitud intimidante hace que nadie se acerque para entablar una conversación. Además, el evidente cambio físico era aun más notable para todos.

A pesar de todo, el aspecto amenazador de Taichi, junto con Fuwa a su lado, hace que sea difícil abordarlo.

Cuando Taichi escudriña la sala de clases sintiendo la mirada de los demás, la mayoría de los estudiantes apartan la mirada. Incluso aquellos en el escalafón superior de la jerarquía masculina, incluyendo a Yaida y su grupo, evitan relacionarse con los dos en este momento.

Naturalmente, tanto el profesor principal como los demás docentes notaron con asombro su cambio.

En este punto, era inevitable que surgieran rumores sobre la relación entre él y Fuwa en la escuela.

Lo que solía ser un rumor burlón de pareja ahora crece en credibilidad, silenciando así las habladurías de acoso.

***

Hasta ahora, han ocurrido muchos eventos fuera de la escuela que involucraban tanto a Taichi como a Fuwa a seguir juntos una severa rutina de dieta.

Primero, el estado de la lesión en el tobillo de Fuwa. 

Esta se ha curado sin problemas, algo que ha sido confirmado por el médico. Lo que quiere decir que ya está lista para correr y moverse sin restricciones.

Y lo otro es que… Cuando Fuwa regresa a casa desde la escuela. Ella, con una expresión seria en su rostro, frunce el ceño mientras observa la balanza de peso en el baño.

Todo había comenzado en mayo, el mes en el que ella se convirtió en el hazmerreír de la clase.

Y su transformación actual era evidente al comparar las fotos a cuando ella había subido de peso.

Fuwa se quitó el uniforme hasta quedarse en ropa interior. 

Compró esta ropa específicamente para usarla en este hito de hoy. Luego, se sube a la balanza a la vez que se sentía más ligera.

La estatura de Fuwa actualmente es de 173 centímetros. Su peso anterior (en el chequeo de salud) era exactamente 54.6 kilos. Y tras el aumento de peso, daba 65.8 kilos… La pregunta es, ¿cuál será el peso actual de Fuwa luego de tanto ejercicio y dieta?

Con una leve respiración, Fuwa se subió a la balanza, y el display digital mostró al instante su peso actual. Y allí…

—56.4… ¡Sí!

El testimonio de un progreso notable.

Su cuerpo tonificado resalta de manera más favorecedora sus líneas. Parece que incluso su busto y sus caderas se han elevado, creando una figura más curvilínea y definida. Un signo de desarrollo en los músculos pectorales y glúteos.

Estando en ropa interior, Fuwa corrió hacia Taichi y Kirisaki, quienes estaba jugando en la sala de estar.

—¡He perdido 9 kilos! — anunció Fuwa con una sonrisa radiante.

Para ser más precisos, Fuwa perdió 9.4 kilos.

—Espera, ¡¿qué?!

—¡Oh, excelente trabajo, Kirara!

—¡Sí! ¡Esto es casi una victoria completa!

Invadidas por la felicidad, Fuwa y Kirisaki festejaron emocionadas dejando de lado a Taichi.

Kirisaki procede a acariciar el vientre y los brazos de Fuwa en un estado de excitación (sin connotaciones extrañas).

Sin embargo, Fuwa no parece muy entusiasmada con los toqueteos.

—¡Por favor, ponte ropa!

—¿Eh? Oh, estoy bien, no hay problema. Este es un conjunto de lencería bonito, así que no hay problema en mostrarlo.

—¡¿Mostrar tu lencería?!

Antes de preocuparse por el éxito de la dieta de Fuwa, la atención de Taichi se dirige más bien a la ropa interior que ella lleva puesta. ¿No se supone que la ropa interior se debe ocultar debajo de la ropa?

Pero ante la actitud segura de Fuwa, parece que hay excepciones a la regla. 

(Tendré que buscar más información al respecto más tarde.)

De todas maneras, para Taichi, si está bien mostrarla o no, no es realmente la cuestión. Ambas opciones resultan ser embarazosas una vez que están en su campo visual.

—Oye Taichi, ¡te estás poniendo rojo como un tomate! Jaja, no es muy diferente de cómo me veías con el traje de baño el otro día, ¿verdad?

—Bueno, Kirara, parece que Woody se ve algo afectado por esto jaja. Ya sabemos que has tenido éxito en la dieta, así que ponte la ropa rápido.

—Boo-hoo, ¡eso es realmente aburrido!

Mientras decía esas palabras, Fuwa se acercó a Taichi, cuya cara está roja como un tomate en el sofá. 

Su expresión es la pura encarnación de un niño travieso que acaba de idear una travesura.

—¡Aquí vamos!

—¡¿Qué?! ¡¿Eh?!

Parada detrás de él, Fuwa lo abraza por encima del sofá directamente por su espalda, haciendo que este tensara su cuerpo por completo. 

Taichi no logró moverse ni un ápice, se quedó inmóvil tal y como si estuviese petrificado. Al mismo tiempo, siente un aroma suave y agradable que invaden sus fosas nasales.

(¿Acaso ha pasado al más allá?)

En la mente de Taichi, los gatos cósmicos están bailando salvajemente.

—Oye, Kirara, ¡te pasaste de la raya!

—¿Qué? No pasa nada. Es divertido porque reacciona de forma exagerada.

—No, no me refiero a eso… Mira cómo está Woody.

—¿Eh?… Oh.

Al momento que Fuwa liberó a Taichi y se colocó frente a él, se dio cuenta de que Kirisaki se refería. 

—¡Está muerto…!

Taichi, sin pestañear, con los ojos totalmente abiertos, parece estar perdido en sus pensamientos, sin ser consciente de su entorno.

***

—¡Tuviste éxito en la dieta! ¡Felicidades!

—¡Yayyy!

—Felicitaciones, Fuwa-san.

Esa noche, en la casa de los Utsugi, para celebrar el exitoso logro de la dieta de Fuwa, las mujeres con un gran estado de ánimo prepararon una cena bastante lujosa.

A pesar de la extravagancia, el menú en la mesa era básicamente saludable.

Normalmente Taichi se habría sentido incómodo en este ambiente, pero hoy era diferente.

(¡Lo logré! ¡Finalmente Fua ha terminado su dieta! ¡Finalmente!)

La relación con Fuwa ha llegado a su fin.

Desde ser regañado hasta recibir patadas ocasionalmente, Fuwa había invadido incluso el santuario de su hogar, donde Ryoko también se ha unido, convirtiendo los días en un constante caos.

Taichi no tenía momentos de paz, siempre nervioso observando a Fuwa. 

Pero ahora que ella ha tenido éxito con la dieta, ya no hay razón para que Fuwa continúe en su vida.

El final resultó ser bastante anticlimático. Fuwa ha recuperado una figura impresionante, y como resultado secundario, Taichi también ha experimentado una gran transformación física.

Sí, sin duda Taichi ha ganado la guerra. Y está completamente ansioso por el día de mañana, donde todo se supone que volvería a ser como antes.

El ambiente para él era como el de un estudiante antes de las vacaciones de verano o de un viaje escolar, lleno de entusiasmo. 

Daba la impresión de ser un chico risueño, que incluso cantaba en la bañera, y se iba a dormir con una sonrisa en el rostro.

(¡Vamos, mañana será un gran día! ¡Estoy listo mentalmente! ¡Vamos más allá de la libertad!)

***

Al día siguiente, después de la escuela.

—¿P–Por qué siguen en mi casa?

—¿E–Eh?

En la sala de estar de la casa Utsugi, Fuwa y Kirisaki estaban sentadas en el sofá como el día anterior.

—¿A qué viene esa pregunta? ¿Tú lo entiendes, Kirara?

—Para nada… En fin, ¡empecemos con el juego de hoy!

—¡Bien! ¡Hoy voy a establecer un nuevo récord en los mini juegos!

—¡Suena como si estuvieras súper motivada! Oye, Utsugi. Aunque he sido bastante amable contigo hasta ahora, a partir de mañana volveremos a la rutina de correr, así que estás advertido.

En la sala de estar donde suena la música del juego, Taichi cubre su rostro y mira al techo.

Era exactamente como en esos momentos en los que piensas “lo logré” y te das cuenta de que la batalla aún no ha terminado.

***

Taichi no lograba entender cómo es que fue tan ingenuo al pensar que su relación con Fuwa terminaría una vez que la dieta tuviese éxito.

(…¿Por qué?)

La duda es la única que reina en la mente de Taichi. Sería interesante ver qué resultados ofrecería una versión de su mente usando el ‘fabricante de pensamientos’.

¿Acaso pensó que Fuwa se desharía de él una vez que lograra su dieta con éxito?

—Uff, estoy exhausta… Woody, ¿te importaría si uso la ducha?

—Ya somos dos, luego de ti, iré yo. Utsugi, tráenos algo para beber. Hay unas bebidas que compré en el refrigerador.

—Sí… Entendido.

El chico se dirigió a la cocina tipo contador y sacó dos botellas de bebida isotónica del refrigerador. Taichi se sienta en el sofá, esperando a que Fuwa termine su rutina de ejercicios. Su cuerpo se prepara automáticamente para esperar su turno. 

(¿Será esta situación simplemente un capricho de ellas o…? Quizás sea mejor observar la situación por un tiempo.)

La rutina diaria ya estaba establecida. Aunque lograr el éxito en la dieta es un hito, volver a la vida que ha seguido durante aproximadamente un mes puede resultar complicado.

Sin embargo, el hecho de que Fuwa viviera temporalmente en la casa Utsugi llegó a su fin ayer. A partir de hoy, cada uno regresará a su vida habitual, y a medida que se reducen las oportunidades de encontrarse gradualmente, esta relación debería disolverse de forma natural.

Después de todo, Taichi y Fuwa tienen sensibilidades tan distintas que simplemente estar juntos puede causar estrés, al menos eso creía…

Los días pasaron uno tras otro, y llegamos al final de junio, a punto de entrar en julio, sin que la relación con Fuwa haya cambiado en lo absoluto…

Desde el ‘buenos días’ en los ejercicios matutinos, el ‘buenas noches’ tras la ducha y la cena después del entrenamiento… con la opción adicional ocasional de sumar a Kirisaki en las charlas aleatorias hasta la noche, la presencia de Fuwa en la vida de Taichi todavía no mostraba signos de desaparecer.

Y así, llegamos al lunes 27 de junio… ese día, Fuwa y Kirisaki visitaron la casa de Taichi, y Kirisaki llegó un tanto emocionada.

—¡Oye, oye! ¡He comprado un nuevo juego de fitness! ¡Vamos a jugarlo juntos! — exclamó Kirisaki sosteniendo la caja del videojuego.

—¿Compraste un juego para una consola que no tienes?

—Pero, no hay nada de malo jugarlo aquí, ¿verdad? Después de todo, en mi casa no me permiten jugar a videojuegos.

—Bueno, supongo que está bien.

Fuwa al vivir en un apartamento, no puede jugar a videojuegos fitness debido a que puede causar mucho ruido a los vecinos. Y en la casa de Kirisaki, sus padres no aprueban mucho los videojuegos.

—Entonces, ¿por qué no comenzamos a jugar enseguida?

Haciendo lo suyo como siempre. Kirisaki rápidamente introduce el disco en la consola. Parece que los deseos de Taichi están siendo completamente ignorados.

No obstante, ante la emoción pura y brillante de Kirisaki igual al de una niña pequeña, no hay nada que se pueda decir.

Taichi solo tenía dos controles. Pero tal y como si hubiese venido preparada, Kirisaki trajo consigo un control con un diseño rosa y verde exclusivamente para ella.

—Me he gastado todo mi dinero del trabajo en esto…

—Wow, ¿en serio, Mai? Tal vez deba comprarme uno para mí también.

—…

Para la sorpresa de Taichi, no esperaba que Fuwa desease algo como eso.

—Bien, ¿qué clase de juego sería el indicado para jugar todos juntos? ¡Ah! ¡Bowling suena genial! ¡Vamos a probarlo!

—Cualquier juego está bien para mí.

—Entonces, elijamos el Bowling. ¿Está bien para ti, Woody?

—Sí… No hay problema.

Y así fue como comenzó el enfrentamiento entre los tres…

—¡Yuju, un strike! ! ¡Ja ja ja, ahora estoy un paso adelante de Kirara!

—¡Tch, no te creas tan buena! Voy a ganar desde aquí en adelante.

El juego consistía en anotar puntos al derribar los bolos.

—Ok, desde esta posición… con este ángulo…

—¡Increíble! ¡Woody, eres muy bueno en esto! Aunque al principio pareció costarte.

—Tal vez estoy empezando a entender el juego.

—Siempre has sido bueno en los juegos, ¿verdad? Aunque si no haces un strike pronto, te quedarás atrás. Recuerda que esto es una batalla entre tú, Kirara y yo.

—No es necesario que añadas presión extra.

—Por cierto, Kirara, ¿desde cuando no ves a tu mamá?

—¡¿Qué?!

Tras las palabras de Kirisaki, Fuwa se desconcentró y erró su tiro.

—¡¿Oye, a qué viene eso?! ¡Interferir mientras estoy concentrada es hacer trampa!

—No, no, es sólo que, cómo últimamente has pasado mucho tiempo en casa de Woody, y es alguien con quien originalmente no coincidías mucho…

—¿Eh? ¿Y eso qué?

—Bueno… Pero por la forma en que hablas y actúas, tal vez no te has encontrado con ella desde hace un tiempo. Tal vez pueda llegar pronto a visitarte.

—Deja de decir esas cosas. Cada vez que las dices, suceden cosas como—…

*Ding dong*

 

De pronto, el timbre del apartamento sonó. Esto provocó que Fuwa se estremeciera un poco.

—Oh vaya, ¿quizás he desarrollado poderes telepatas? — dijo Kirisaki con una sonrisa en su rostro. 

Taichi, con curiosidad por la extraña reacción de Fuwa, presionó el botón de respuesta para confirmar al visitante.

—¡Espera un momento, Utsugi!

—Sí, ¿Quién es? Es Utsugi.

Ignorando las advertencias de Fuwa, Taichi siguió hablando por el micrófono.

—Ah, ¡hola! Soy Toko, la madre de Kirara. ¿Mi hija está contigo?

Y para la sorpresa de todos, el visitante realmente era la madre de Fuwa.

—Sí, acaba de llegar.

—¡Oye, Utsugi!

—¿De verdad…? Huh, ¿puedo pasar?

—Por supuesto.

—¡Ut-su-gi~~! — expresó Fuwa mientras sacudía los hombros de Taichi.

Ante esta graciosa escena, Kirisaki se esforzaba por contener la risa a la vez que se tapaba la boca con las manos.

Luego de unos minutos, Toko llegó frente a la puerta del apartamento.

—Taichi-kun, lamento venir sin anunciarme. Ah, esto es un regalo. No es gran cosa, pero por favor compártelo con Ryoko.

—Muchas gracias, y está bien, no hay problema.

—Entonces, eh, ¿dónde está Kirara…?

—Oh, sí. Espera un momento. Fuwa, Ki… Kirara-san~

Taichi al darse cuenta de que la persona que estaba frente a él también era Fuwa, pensó que llamarla por su nombre de pila era lo mejor. 

Después de todo, había sido castigado con llamarla por su nombre de pila el día que fueron al karaoke, por lo que no sentía vergüenza alguna en referirse a ella de esa manera.

Sin embargo, eso no significaba que se hubiera acostumbrado a llamar a mujeres por sus nombres. A pesar de todo, en el proceso de relacionarse con Fuwa, se podía percibir un ligero cambio en los sentimientos de Taichi.

—Kirara-san, Toko-san está aquí.

Ante la falta de respuesta, Taichi elevó nuevamente su voz.

—…

No obstante, seguía habiendo un silencio incómodo.

Ella definitivamente estaba en la sala de estar, pero no tenía interés en absoluto en querer asomarse o si quiera responder.

(¿Qué es lo que pasa con ella?)

A la vez que Taichi se hacía esa pregunta en la mente, escuchó una voz que decía; “¡Hey, detente!”.

Entonces, Fuwa fue empujada desde la sombra de la puerta de la sala de estar. Aparentemente, había estado escondiéndose.

La situación se volvía cada vez más inverosímil. Mientras tanto, Kirisaki, con una expresión divertida, ponía su mano en la espalda de Fuwa. Aparentemente ella estaba forzando a su amiga a querer salir.

Con Taichi en medio, las miradas de madre e hija se cruzaban. Justo en ese momento…

—¡Kirara-chan!

—¡¿Eh?!

Toko se lanzó hacia Fuwa a la vez que empujaba a Taichi hacia un lado.

Con un espléndido tackle que haría honor a un jugador de rugby, Toko derribó a su propia hija clavando su cabeza en la nuca de ella. 

—¡Kirara-chan, he estado tan sola!

—¡Ay, mamá, duele! ¡Deja de jalar! ¡Suéltame!

—¡Cada vez que llego a casa, siempre estás durmiendo o estás fuera, tu madre se siente sola!

—Pero mamá, ¿qué hay de tu trabajo?

—Oh, eso no es un problema. ¡Decidí tomarme el día libre hoy!

—¿Eh?

—Sí, entonces, ¿me harás compañía hoy, por favor? — dijo Toko aferrándose en la cintura de Fuwa.

No era como ver a una madre, era todo lo contrario, es como ver a un niño rogando por atención.

Taichi no podía hacer más que asombrarse ante su repentina transformación, tan diferente a cuando se conocieron anteriormente.

—Oh, vaya… parece que finalmente ha llegado a esto… — dijo Kirara saliendo de un rincón de la sala.

—Um, ¿qué está pasando exactamente…?

—Oh, ¿esto? Bueno, es que la mamá de Kirara quiere tanto a su hija que, cuando pasan mucho tiempo sin verse, esta comienza a mostrar síntomas de abstinencia o algo cómo eso. 

(¿Qué quiere decir eso? ¿La madre de Fuwa-san está tomando alguna droga prohibida o algo de ese estilo? O tal vez esté bajo los efectos de la hierba gatera y nosotros no lo sepamos.)

—¡Ah, ya basta! ¡Está bien! ¡Iré a casa, ¿estás feliz?!

—Gracias, Kirara-chan. Y de paso, ¿tomamos un baño juntos y dormimos en la misma cama?

—Si llegas a hacer eso, me iré de casa.

—Kirara-chan, eres tan cruel~

—¿Es así cómo usualmente son las conversaciones entre madre e hija? Es bastante extravagante, o más bien, desesperada.

—¿Verdad? La mamá de Kirara es linda, ¿no? ¡Ama tanto a su hija que da un poco de vergüenza, jajaja!

(¿Cómo se supone que se responde a eso? Por favor, evitemos preguntas que nos pongan en una situación comprometida, ya sea si se responde afirmativa o negativamente.)

Al final, Fuwa se vio obligado a dejar la casa de Utsugi arrastrando a su madre consigo. Si la hija es un huracán, la madre demostró ser un tifón igualmente poderoso.

—Gracias por habernos recibido, Taichi-kun, agradezco que te lleves bien con Kirara-chan. Ah, y también volveré luego para agradecerle formalmente a Ryoko-san… 

La madre de Fuwa se despidió mientras sostenía a su hija en sus brazos. Era una imagen bastante disruptiva, y no en un buen sentido.

No obstante, ver esa relación entre madre e hija hizo que Taichi sintiera envidia por como ella solía expresar tan abiertamente su amor.

Después de todo, él poseía una relación bastante delicada con su madre. Y no pudo evitar preguntarse qué pasaría si él llegase a recibir un afecto similar por parte de aquella mujer que siempre lo ha rechazado.

De regreso en la sala de estar, Taichi y Kirisaki decidieron continuar con el juego ellos solos.

—Oye, ¡eso es trampa! ¡Ah, no tengo suficiente resistencia!

—Incluso si dices que es trampa, no deja de ser legal.

—¡Maldición! ¡Una vez más!

Eran contadas las ocasiones en las que Kirisaki y Taichi estaban a solas. Pero gracias a la personalidad alegre y extrovertida de Kirisaki, el juego continuó sin problemas y sin tensiones.

Sin embargo, parecía tener un espíritu competitivo sorprendentemente fuerte, desafiando a Taichi una y otra vez a pesar de las derrotas.

—Por cierto, ¿te importaría si te pregunto algo que he estado pensando desde hace un tiempo?

—¿Eh? Claro, adelante.

—Entonces, déjame preguntarte sin rodeos… ¿Te gusta Woody… digo, Kirara?

—¡¿Qué?!

Taichi reaccionó con sorpresa. Incluso su manejo del control se vio afectado por el repentino cuestionamiento.

—¿Cómo explicarlo?… Has estado muy involucrado en cuidar de Kirara, ¿verdad? Así que pensé que quizás… ya sabes.

—E–E–Eso… no es así…

Después de Ryoko, parecía que había otro individuo que podría malinterpretar los sentimientos de Taichi, lo que le llevó a decir:

—¡No, no es así! ¡No siento nada por Fuwa-san! En primer lugar, no hay forma de que alguien como yo y Fuwa-san estemos en el mismo nivel, ¡nuestras vidas son demasiado diferentes como para siquiera pensar en algo así!

—¿Ah, en serio? Supongo que tienes razón…

—¿Eh?

La reacción alegre y amable pero seca de Kirisaki tomó a Taichi por sorpresa.

—Aunque pienso que Woody realmente se esfuerza en varias cosas, cuando se trata de igualar a Kirara, pues, esa es otra historia, ¿verdad?

—S–Sí, eso es cierto.

—Sí, exacto. Es agotador salir con alguien que constantemente se menosprecia, ¿no crees? Es como si solo buscaran validación del otro, ya entra en el rango de dependencia emocional. 

Las palabras de Kirisaki eran suaves, pero cortantes, y repercutieron en el corazón de Taichi.

—Bueno, pero eso es algo positivo.

—¿Q–Qué quieres decir?

—Qué sabes cual es tu lugar, eso es todo.

—S–Sí… gracias, supongo.

Sin saber cómo responder, Taichi bajó la cabeza mientras decía eso. Ante su gesto, Kirisaki dejó escapar un suspiro suave.

—¿Por qué? ¿Por qué tiene que dar las gracias por todo? No lo entiendo…

Tras eso, el juego llegó a su fin para ambos.

Tanto Fuwa como Kirisaki, son chicas que no suelen ser tan amables con los introvertidos.

Tales palabras sólo crearon más incertidumbre en su corazón.

***

Martes 28 de junio.

Es temprano por la mañana, Fuwa y Taichi se encontraron como de costumbre en el parque frente a la estación.

—En serio, no lo entiendo… ¿Por qué mi madre intenta entrar cuando estoy en el baño? Es tan vergonzoso. Creo que ya crucé esa etapa donde los padres tienen que estar vigilándote todo el tiempo.

—…

—Y eso no es todo, también se puso a llorar cuando le dije que yo iba a preparar la cena. Estoy cansada de todo eso, me gustaría que dejara de hacer cosas tan vergonzosas. 

—…

—No comprendo porque los padres son tan molestos. ¡Ya soy una estudiante de secundaria! Puedo cuidar de mí misma. Esta mañana, cuando estaba a punto de salir, no paraba de regañarme.

—…

—También estoy cansada de que Mai no pare de decir que mi madre es adorable. Y es algo que se lo he dicho mil veces, parece no querer escucharme.

—…”

—¡Oye!

—….

—¡No me ignores, Utsugi!

—¿Eh? ¡Oh!

Justo cuando Taichi despertó de su ensimismamiento, se encontró con el momento en que Fuwa lanzaba una patada. Por suerte, reaccionó con rapidez y se inclinó para poder esquivarla. 

—¡Oye, no me esquives!

—¿Cómo quieres que no lo haga? ¡Duele cuando me golpeas!

—¡Es tu culpa por estar tan distraído!

—Lo siento mucho.

—¿Qué pasa? ¿No pudiste dormir anoche? Además, tu cabello parece un desastre.

—Oh, ehm… esta mañana me quedé dormido un poco más de la cuenta.

—¿Dormido?… Bueno, y por lo visto también sigues dudando al hablar. Te mereces un golpecito en la frente para que despiertes.

—Ugh… sí.

—Hmm.

El dedo medio de Fuwa fue desviado y chocó suavemente contra la frente de Taichi. Pero…

—¿Eh?

Resultó ser un golpe con poca fuerza, siendo que no fuese doloroso en absoluto.

—Um…

—¿Pasa algo?

—¿Eh?

—No sé, hoy pareces haber vuelto a tu antiguo yo más introvertido. Pensé que habías mejorado un poco últimamente, me extrañó un poco verte así.

—Es sólo tu impresión. Siempre he sido así, tanto antes como ahora…

—Entiendo… Ya, vamos a seguir.

Como si perdiera interés, Fuwa se giró y comenzó a correr ignorando a Taichi. Aunque debería estar corriendo justo detrás de ella, la espalda de Fuwa parecía extrañamente distante.

***

A pesar de que Fuwa había estado tomando duchas y desayunando en la casa de Utsugi en la última semana, hoy tuvieron que romper con esa rutina ya que ella tenía que regresar con su madre.

Y aunque Taichi inicialmente había deseado estar solo, ahora se había acostumbrado a ir detrás de Fuwa camino a la escuela, quien siempre iba adelante con su teléfono en la mano. Esto desembocó que sintiera como si le faltara algo al momento en que se dirigía a la escuela.

Tras llegar a la escuela, Fuwa ya estaba en el aula. Parecía haber llegado a tiempo sin retrasos.

Pero al momento que Taichi observó el panorama completo, pudo ver a Fuwa rodeada por varias chicas alrededor de un escritorio. Fuwa estaba sentada en el borde del escritorio con las piernas cruzadas. 

Su presencia irradiaba claramente el aura de ser el centro de atención.

Las chicas a su alrededor tenían toda una apariencia llamativa. Eran miembros del grupo al que Fuwa solía pertenecer.

Éstas se disculpaban con Fuwa de forma reiterada. “Lo siento por esa vez”, decían. 

A pesar de su actitud repleta de decepción, Fuwa respondía de forma indirecta al perdonarlas con comentarios como “la próxima vez que salgamos a divertirnos, será tu turno de pagar”, dando a entender que las excusaba.

Aunque parecía todo bien, la única que tenía derecho a decidir sobre el trato hacia ellas era Fuwa. Si ella estaba dispuesta a perdonar, Taichi no tenía el derecho de interferir al respecto.

Y así, sin mencionar el incidente de mayo, las chicas reanudaron su amistad con Fuwa como si nada hubiese ocurrido.

(…No lo comprendo, ¿cómo es que pueden reír juntas luego de lo que ocurrió ¿Cómo puede perdonar fácilmente luego de que la abandonaron…? Si fuera yo en esa situación…)

Taichi no podía entender por qué Fuwa podía reírse como si nada hubiese pasado.

(…No, estoy mal…)

Taichi simplemente sentía cierta sensación de ostracismo al no ser parte de ese grupo en el que Fuwa estaba… Se suponía que no debía sentirse así, pero la presencia de Fuwa parecía más distante que nunca.

—¡Ah, Woody! Buenos días~

—Oh, Kirisaki-san.

Kirisaki se acercó a Taichi, quien se encontraba de pie cerca de la entrada del aula. Después de lo sucedido ayer, se sentía incómodo al encontrarse con ella.

—¿Qué estás haciendo ahí de pie?

—No, nada en particular. — respondió Taichi desviando la mirada.

Kirisaki, con una expresión perpleja, miró dentro del aula y asintió irónicamente como si hubiera entendido algo.

Sin decir más, Kirisaki pasó junto a Taichi y, sin importarle llamar la atención, corrió hacia Fuwa con un grito para llamar su atención.

Ante la repentina llegada, las chicas del grupo se quedaron momentáneamente congeladas, pero una vez que Fuwa aceptó a Kirisaki como si fuera lo más natural, esta se integró sin problemas.

De repente, Kirisaki se volvió hacia Taichi y le echó un vistazo. No obstante, luego de esto, ella no mostró más interés en él y continuó charlando hasta el último momento antes de que sonara la campana del inicio de clases. 

En el centro de la clase, los líderes de la casta se reían y, entre ellos, se podía notar claramente la presencia de Fuwa junto con Nishizumi. 

Yaida, con una mirada aguda y resentida, observaba fijamente al grupo.

Silenciosamente, Taichi se sentó en su asiento sin levantar la cabeza.

A pesar de no querer hacerlo, no pudo evitar levantar la mirada en ocasiones y observar a Fuwa y los demás. Podía escuchar claramente sus voces. 

¿Qué era lo que tenía de divertido? Riendo a carcajadas tan fuerte que resonaba por el pasillo.

Era muy estridente. Sentía una sensación desagradable, como si algo revolviera su interior. 

Le resultaba una escena muy incómoda, y se lamentó de haber entrado al aula. Ya que, tras esto, se volvió aún más consciente de la jerarquía que había dentro de la clase.

En ese momento, Fuwa se volvió desde el grupo y miró hacia Taichi. Sus miradas se encontraron involuntariamente, pero éste apartó la mirada rápidamente y bajó la cabeza incapaz de enfrentarse a Fuwa en ese momento… ni mucho menos hablarle…

—¡Oye!

De repente, una voz resonó cerca de Taichi.

—¡Oye, Utsugi!

—¿Qué?

Levantó la cabeza y se encontró sorpresivamente con el rostro de Fuwa a una distancia mucho más cercana de lo que esperaba. Estaban tan cerca que podrían tocarse si se movieran un poco más.

—¿Qué te pasa desde esta mañana? En cuanto nuestros ojos se cruzan, apartas la mirada. ¿Qué te pasa? ¿Acaso te hice algo? Si tienes algo que decir…

—¡Ustedes dos! ¡Cálmense y tomen asiento! ¡Fuwa! ¡No te metas con Utsugi!

—…No huyas en el próximo receso.

En ese momento, el profesor llegó a la clase con un timing perfecto. Fuwa dejó esas palabras a Taichi y regresó a su asiento.

***

En el receso después de la primera hora.

—¿Eh? ¡Oye!

Justo cuando sonó la campana, Taichi saltó de su asiento y huyó de Fuwa.

Durante la segunda hora de clases, el celular de Taichi vibró. Al chequearlo discretamente, vio que era un mensaje de Fuwa.

—[¡Detente, maldita sea!]

A pesar de eso, Taichi continuó escapando de Fuwa en cada receso y ocasión que se presentaba, una y otra vez.

—¡Espera, maldita sea!

—¡¿Eh?!

En el almuerzo, al sonar la campana, comenzó una persecución entre Fuwa y Taichi por toda la escuela.

Corriendo desde el edificio hasta el patio con los zapatos escolares puestos, Taichi utilizaba todo su vigor para moverse por la escuela. El almuerzo estaba a punto de terminar, pero ambos continuaron con el juego del gato y el ratón mientras les quedaba algo de fuerza en sus cuerpos.

Y finalmente, mientras sonaba la campana que indicaba el fin del almuerzo, los dos llegaron a su límite detrás del edificio escolar.

—Haaa… Co.. correr… inútil… Tus piernas… n–no son… r–rápidas…

—Haa… haa… haa…

Con las manos en las rodillas, jadeando agotados. Su resistencia se había desvanecido, ya no podían dar un paso más.

—¿Por qué… corriste…?

—L–Lo siento…

—N–No tienes que… pedir perdón… ¡I–idiota!

Respirando profundamente, Fuwa agarró el dobladillo del uniforme de Taichi como si no quisiera dejarlo ir.

—¿Qué te pasa en serio? ¿He hecho algo que te haga huir de mí?

—Eso es…

Se podría decir que, hasta hoy, Taichi ha estado siendo manejado por Fuwa de manera desconsiderada. Sin embargo, para él eso no es más que un detalle trivial. Ahora, lo más problemático es…

—Si tienes algo que decir en serio, dilo. Si no, no tiene sentido, ¿verdad?

Fuwa, empapada en sudor, observó fijamente a Taichi. Una vez más, Taichi se queda sin aliento al ver su apariencia. Una belleza con contornos afilados, ojos almendrados y una figura femenina alta y bien definida. 

Con habilidades de comunicación excepcionales y capaz de estar en el centro de la atención de las personas…

Todo en ella es tan opuesto a él, tan deslumbrante… Su propia vulgaridad se destaca aún más con solo estar ella cerca. Sin duda, entre ella y él, hay un mundo de diferencia.

—¿Por qué te importo tanto?

—¿Eh? ¿Qué quieres decir con ‘importar’?

—En la situación actual, ¿no crees que tú deberías estar con personas que encajen a más a tu imagen que yo?

Cuando se rompe una presa, a menudo es una pequeña fisura la que lo desencadena. Del mismo modo, para que el dique emocional de una persona se rompa, no se necesita un gran impacto. Simplemente, con un pequeño detonante, se puede destruir todo por completo.

Y una vez que se destapa el tapón emocional, todo lo reprimido puede brotar de golpe, sin importar el control personal, y desatarse salvajemente.

—Con quién me relaciono es asunto mío. No creo que Utsugi tenga derecho de criticarme por eso.

Una mirada aguda se posa en Fuwa. La expresión disgustada de una persona de aspecto impecable tiene un impacto por sí sola.

En realidad, la situación era similar a la de mayo, pero esta vez la situación era un poco diferente.

—Fuwa-san, ya has cumplido con tu dieta. Y hoy estabas hablando animadamente con todos en la clase.

—¿Oh, ellos? Sí, están todos de buen humor. Cuando recuperé mi figura, de repente empezaron a acercarse de nuevo. Incluso Nishizumi, ¿sabes?, me dijo algo como ‘¿Hiciste dieta porque querías salir conmigo otra vez?’ Así que le di una buena patada en el trasero. ¿Quién querría salir con alguien así?

—Pero parecían estar divirtiéndose.

—¿Eso parecía? No realmente. Si hubiera sido solo Nishizumi, ya lo habría golpeado sin más. Kei, por otro lado, se disculpó conmigo. Estuvimos un rato juntos y me compró algunas cosas, quizás lo hizo como una especie de redención. En fin, no importa, decidí perdonarlos a todos esta vez, como una forma de dar por terminado el pasado.

—Entonces, ¿se han reconciliado?

—Quien sabe. Por ahora he decido dejar todo en paz. Aunque, si vuelven a hacerme algo parecido, no habrá segundas oportunidades. Y Nishizumi será castigado sin piedad. Él es el único al que no puedo perdonar sin más.

A pesar de sus palabras, una sonrisa se dibuja en su rostro, lo que resultaba en un desenlace sorprendentemente anticlimático. Aunque no sea completamente perfecto, Fuwa ha vuelto a su vida cotidiana.

El error que le ocurrió a ella ha sido corregido. Por ende…

—Si es así, entonces, ya no me necesitas, ¿verdad?

—¿Eh? ¿Qué quieres decir con ‘no necesitas’?

…Fuwa-san, estuviste conmigo solo para hacer dieta, ¿verdad? Si eso ya ha terminado… entonces, para ti, ya no soy necesario, ¿no es así?

—¿Eh? No entiendo. No es como si dejaras de ser mi amigo solo porque hemos terminado la dieta, ¿verdad?

—¿Amigos…?

(¿Ella y yo somos amigos?)

Esto era una verdadera revelación para él. Después de todo, Taichi no era simplemente una herramienta conveniente para Fuwa. No era solo un juguete para liberar su estrés. Realmente el tiempo que pasaron juntos se forjó un lazo de amistad.

—¿Fuwa-san y yo amigos? Eso es… Una broma de mal gusto.

—¿Qué quieres decir con ‘una broma de mal gusto’?

El tono de voz de Fuwa cambió a uno amable a convertirse en algo desagradable y con tintes de impotencia.

—Porque, decir que soy amigo de Fuwa-san… eso es imposible. No encajamos. Soy introvertido a diferencia de ti… todo en lo que intento fracaso, no somos iguales.

—Es cierto que eres introvertido, pero eso no significa que todo lo que hagas esté destinado al fracaso, ¿cierto? Además, ¿realmente importa si encajamos o no? ¿No es suficiente para ti el que yo te considero un amigo? ¿O acaso no me consideras como tu amiga?

—…Eso es…

Para él, la respuesta era obvia en cuanto a si consideraba a Fuwa como amiga.

—Imposible.

Desde el principio, Taichi y Fuwa estaban en mundos completamente diferentes. Veían las cosas de manera distinta… todo era diferente. 

Ella era extrovertida, con una personalidad fuerte, en la cima de la jerarquía, alegre, intrépida, dedicada, hermosa y por supuesto, mucho estilo.

—Oye, si tienes algo que decir, ¡dilo claramente! ¡Realmente me enoja ver cómo te mortificas!

—…

(…No es como si yo disfrutara ser así.)

—…¡Cállate!

—¿Eh? ¿Qué?

—¡Me molestas!

—¡¿Qué?!

Ante el repentino grito de Taichi, Fuwa se sobresaltó sin querer.

—¡No es como si quisiera ser así! ¡Detesto esta parte de mí sin valentía! ¡Me saca de quicio!

Las emociones de Taichi comenzaron a desbordarse, era un torrente que no podía detenerse por nada del mundo.

—¡Fuwa-san, eres completamente diferente a mí! ¡Eres el centro de la clase! ¡Siempre rodeada de gente! ¡Tienes una gran habilidad social y eres popular! ¡Siempre radiante de confianza! ¡Eres hermosa y genial! ¡Eres una ganadora!

(…Estar con Fuwa-san es… ¡duro! ¡Siempre viene fuerte, sin reservas! ¡Siempre me hace sentir desequilibrado! ¡No puedo decir nada al respecto, solo puedo dejarme llevar…)

—Cuando estoy con Fuwa-san, ¡mi propia miseria se hace tan evidente! ¡Me siento patético y cobarde! ¡Consciente de lo inútil que soy hasta el punto de no poder hacer nada al respecto! ¡Es doloroso!

(…Ella es demasiado deslumbrante para mí.)

Taichi, quien comenzó a expulsar todo lo que había estado guardándose en estos meses, se quedó en silencio. El bullicio de antes desapareció, y la parte trasera del edificio escolar estaba tranquila y silenciosa.

—Ya veo.

En ese silencio, la voz seca y fría de Fuwa cortó el aire.

—Eres un completo tonto. Más allá de tu apariencia, no has cambiado en nada.

—¡…!

Con una voz tranquila, sin ira ni asombro, habló de manera indiferente, desgarrando el corazón de Taichi.

—Este es el adiós definitivo. — dijo Fuwa alejándose del lugar.

Para Taichi, esto significaba que la relación con ella finalmente había acabado. Todo lazo que alguna vez llegaron a formar se ha roto.

Y sin embargo…

En cuanto Taichi vio cómo se alejaba, sintió un calor en sus ojos. Su pecho se llenó de frustración y le costaba respirar.

—Maldita sea…

Cubrió sus ojos con la manga de su uniforme y, apoyando su espalda contra la pared del edificio escolar, se deslizó lentamente hasta sentarse en el suelo.

Mainichi Ie ni Kuru Gal ga Kyorikan Zero Demo Yasashiku nai

Mainichi Ie ni Kuru Gal ga Kyorikan Zero Demo Yasashiku nai

La chica gal que viene a mi casa todos los días no tiene límites pero no es amable
Status: Ongoing Type: Author: Artist: Released: 2023 Native Language: 毎日家に来るギャルが距離感ゼロでも優しくない
La pacifica vida escolar de Taichi Utsugi se vió seriamente afectada el día que por error, se rió de un chiste relacionado al peso de la chica gal más popular de la escuela, y que a su vez estaba en la cima de la jerarquía del salón. Manten Fuwa ha estado lidiando con problemas de peso en el ultimo año, cosa que le costó su trabajo como modelo, y el respeto de sus compañeros de clase. Llevandola poco a poco perder poder contra su rival, Yaida. Cómo resultado de ello, se vio en la obligación de bajar de peso con el fin vengarse de todos sus compañeros. Sin embargo era una tarea no que no podía llevar acabo ella sola, fue ahí cuando obligó a Taichi para que la compañara en meta como castigo por haberse reido de ella. Así es como comienza una comedia romantica entre un chico introvertido y una gal con actitud de matona.

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