Mainichi Ie ni Kuru Gal ga Kyorikan Zero Demo Yasashiku nai [Capítulo 7]

Mi relación con ella es un error, pero no es tan mala

2 de julio por la mañana.

Hoy la clase tenía un aura extraña.

—¡Lo siento mucho!

—¿Qué?

Los estudiantes ladeaban la cabeza con confusión al ver a Taichi disculpándose con Nishizumi y su grupo de amigos.

Ellos sin entender el por qué, también ladearon la cabeza. Taichi les explicó entre balbuceos la situación, como si estuviera revolviendo las palabras en su boca. 

Explicó que había sido él quien irrumpió en la sala del karaoke vestido con el traje de Jason, además de la razón de tal acto.

Él ya estaba decidido a cambiar, no iba a huir al tratar de relacionarse con los demás, y esta disculpa era parte de ese cambio.

—¡¿Qué?! ¡¿Habías sido tú?! ¡No te pases de la raya!

—¡No teníamos ni un centavo! ¡Tuvimos que volver a nuestra casa caminando!

—¡El que hayas hecho eso no tiene sentido!

Como era de esperar, los tres chicos abordaron a Taichi al unísono. 

—R–Realmente, lo siento mucho… Fue mi malentendido el que causó todo esto.

—¿Un malentendido dices? Oye, ¿no te estás aprovechando un poco últimamente de tu buena relación con Fuwa?

—¡No es cierto! ¡Si me pongo arrogante, siempre recibo una patada de Fuwa-san! ¡No puedo permitirme hacer algo así aunque quisiera!

Aunque Nishizumi, líder del grupo, miraba fijamente a Taichi, su respuesta tan triste lo dejó sin palabras. En su interior, parecía decir “te compadezco”.

—Jajaja, ¿qué clase de broma acabo de escuchar? ¡Es demasiado loco disfrazarse y hacer algo así, jaja!

—Yaida-senpai.

Repentinamente, se oyeron risas burlonas detrás de Taichi. Yaida Shiori. Ella señalaba a Taichi desde su grupo de chicas al que pertenecía.

—Utsugi, creí que habías cambiado un montón, pero aún eres un maldito introvertido, ¿verdad? ¡Ja, ja, ja, ja!

Las implacables palabras de Yaida resonaron en su pecho. Además…

—Tch… Entonces, ¿cómo planeas arreglar las cosas? ¿No crees que solo disculparte y ya está, verdad?

—¡Ja, ja! Creo que ya sabes qué hacer, Shoryu. Ya que él te asustó mucho, deberías golpearlo sin piedad.

—¿Por qué tendría que seguir tus órdenes…? Pero bueno, supongo que está bien.

—…

Es bastante ambicioso hablar de arreglos cuando no eres más que un estudiante de secundaria. Sin embargo, Taichi sabía que no podía simplemente dejar las cosas así después de haber causado un daño real a alguien. Incluso estaba preparado para recibir unos cuantos golpes, en el peor de los casos.

—Entendido. Haz lo que quieras conmigo, golpéame o patearme…

En ese momento, Taichi se preparaba para lo peor.

—Patéticos son…

De repente, Fuwa, que había estado observando en silencio desde un rincón del aula, lanzó estas palabras con desdén.

—¿Eh? Fuwa, ¿qué pasa? Además, tú también eres una víctima de este chico, así que deberías golpearlo también.

—En serio, Fuwa, ¿estás defendiendo a este tipo? ¡Qué patética eres! ¡Ugh, Fuwa tiene realmente mal gusto!

—¿Eh? Sí que eres fastidiosa. No tengo mariposas bailando en mi cabeza como tú. Si vas a abrir la boca, al menos di algo un poco más inteligente, estúpida de mierda.

—¡¿Qué has dicho, idiota?!

Las palabras de Fuwa cargaron el ambiente de la clase con una amargura que pasó de un chocolate amargo a un café negro. 

Yaida, con el rostro rojo de ira, se acercó a Fuwa, intentando agarrarle el cuello, pero de repente Fuwa agarró su brazo y lo tiró hacia sí, produciendo un golpe sordo. 

Fuwa le dio un cabezazo en el rostro a Yaida y, sin detenerse allí, la hizo tropezar al engancharle la pierna y dejarla caer al suelo.

Yaida se sujetó la nariz y, con lágrimas en los ojos, rodó por el suelo. Fuwa le agarró el cabello y acercó su rostro.

—¡¿Eh?!

—No te atrevas a subirte de tono, maldita imbécil. Has sido un dolor en mi trasero por un tiempo… ¿Tanto te molestaba quea Nishizumi y yo estuviéramos juntos? ¿Eh?

—Aah… ¿Qué estás diciendo?

—¡Te gusta Nishizumi, ¿verdad?! ¡¿Esa es la razón por la que siempre estás metiéndote conmigo?! ¡Dime!

—Aah, yo… e–eso no… yo…

Las revelaciones de Fuwa hicieron que el rostro de Yaida se tiñera de un rojo diferente al de antes, abriendo la boca en shock y dirigiendo una mirada temerosa a Nishizumi. Su reacción era un reflejo revelador de sus verdaderos sentimientos, sin lugar ya para excusas.

—¡Tú eres la rara aquí! Te lo diré, ¡no me interesa ese idiota en absoluto como hombre! ¡Siempre me ha irritado con sus molestias…

En ese momento, Fuwa pareció caer en cuenta de algo, soltó el cabello de Yaida, y avanzó hacia Nishizumi.

—Ahora lo sé, la razón por la que engordé… ¡fue por tu molesto coqueteo estúpido! ¡De verdad, eres demasiado superficial! ¡Tu mente estaba tan centrada en lo físico que no tenías nada en el cerebro!
¡Eres lamentable!

—¡¿Eh?! ¡Espera, espera, Fuwa-san!

Con un movimiento extremo similar a lanzar nitroglicerina en un ambiente ya tenso, Fuwa seguía sin detenerse.

—Además, cuando Utsugi entró en el karaoke, ¡tú fuiste el primero en huir! ¡Eres patético de verdad! ¡Tu medida y tu coraje son una basura total! ¡No sirves como hombre!

La franca declaración de Fuwa dejó a la mayoría de los compañeros de clase completamente desconcertados.

—Oye, Nishizumi, es cierto, Utsugi pudo haber sido un tonto por haber pensado que me estaban atacado y entró a salvarme, aunque no se le puede culpar…

—Fuwa-san, creo que ya es suficiente…

Incluso Taichi intentó detener a Fuwa. Sin embargo…

—Sí, definitivamente eres un completo ‘No’ como novio. Y para tu información…

—¡Ah! ¡Espera, Fuwa-san!

Acto seguido, Fuwa tomó a Taichi por la espalda, lo atrajo hacia ella en un gesto íntimo. Con solo su rostro visible, dirigiéndole una sonrisa desafiante a Nishizumi.

—Aunque pueda llegar a ser un tonto, este tipo que irrumpió en esa sala es mil veces mejor que tú, ¡jajajaja!

La provocación de Fuwa dejó a toda la clase atónita.

—Tanto tú como Yaida se complementan perfectamente. Ambos son igual de basura, ¡ja,ja!

Fuwa se rió a carcajadas, y aparentemente incapaz de soportarlo más, Yaida, con los ojos enrojecidos, salió corriendo del aula., y las chicas de su grupo la siguieron.

Mientras tanto, Nishizumi, que minutos antes había estado enojado con Taichi…

—Será mejor que me vaya… 

Con lágrimas al borde de los ojos, se fue de la clase con la mirada baja y la mochila sobre el hombro.

—Bueno chicos, la clase está por empezar, Nishizumi… ¿Qué te pasa?

—…Me siento un poco mal hoy, así que me voy.

—¿Huh? Oh, sí… Cuídate en el camino.

Nishizumi se fue, y en su lugar, Kurashima-sensei entró en el aula.

—¿Eh? ¿Qué pasa con esta atmósfera…? ¿Por qué ustedes dos están tan cerca?

En medio de la extraña atmósfera en el salón de clases, Fuwa abrazó a Taichi por la espalda en un gesto desconcertante. Taichi no lograba entender la situación. Sin embargo, Kurashima, con mucha tranquilidad, sonrió y dijo: “Si van a estar tan cariñosos, háganlo después de clases”.

—¡Vamos, tomen sus asientos rápidamente! No tenemos tiempo que perder— dijo Kurashima, disipando la tensión de un plumazo.

Ese día, la clase permaneció sumida en una atmósfera indescriptible a lo largo de todo el día. A pesar de esto, la persona responsable de desencadenarlo estaba satisfecha consigo misma, luciendo una sonrisa de liberación.

Fuwa había logrado su cometido, devolverle a Yaida lo que esta le había hecho en mayo, una especie de dulce venganza.

***

Después de la escuela…

—¡Lo siento! ¡Me llamaron del trabajo y tengo que ir! ¡Nos vemos luego!

En ese momento, Taichi y Fuwa caminaban juntos de regreso a la casa de Utsugi, solos por primera vez en mucho tiempo.

(…¿Qué debo hacer?)

Normalmente, Kirisaki y Fuwa estarían teniendo una animada conversación sin necesidad de intervención por parte de Taichi, quien no posee las habilidades para animar el ambiente con una conversación interesante.

Provocando que un incomodo silencio se sintiera en el aire.

Se sentía un ambiente tenso en el aire. Fuwa se entretenía con su teléfono mientras Taichi se esforzaba por encontrar un tema de conversación desde su limitado vocabulario.

De repente, un libro de una librería en el camino hacia casa llamó su atención.

—Ah…

Ahí fue cuando una idea se le vino a la mente.

—Fuwa-san.

—¿Hmm?

Aunque Fuwa no apartaba la mirada de su teléfono, Taichi prosiguió sin inmutarse.

—Necesito hacer algo, ¿podrías esperarme un momento?

—¿Eh?

Finalmente levantando la vista, ella mostró una expresión que decía: “¿Qué se le ha perdido a este?”, pero aceptó acompañarlo con sorprendente facilidad. 

Parecía haberse suavizado bastante. Sin embargo, aunque las esquinas afiladas de una roca pueden haber sido redondeadas, sigue siendo dudoso si eso cambió en algo su capacidad de daño…

Ingresaron a la librería juntos. Además de libros, este lugar tenía una sección de juegos.

Taichi le dijo: “Regresaré pronto”, y se alejó corriendo por la tienda.

Confundida, Fuwa comenzó a hojear revistas en la sección.

Un momento después, Taichi volvió con una bolsa con el logo de la tienda en la mano.

—Gracias por esperar.

—No es gran cosa. ¿Qué es eso?

Taichi parecía incómodo al explicar. Y justo cuando Fuwa se preparaba para lanzar su conocido “toca castigarte” con un toque en la frente…

—¡Esto! ¡Eso es para ti, Fuwa-san!

Taichi interrumpió su acción bruscamente mientras le ofrecía la bolsa.

—¿Qué es esto?

Preguntó Fuwa mientras sacaba el contenido de la bolsa. Dentro encontró un control de videojuegos, el mismo control que usaba cuando iba a la casa de Taichi, con un diseño rojo y amarillo. Era una versión diferente en color de la que Kirisaki solía llevar a la casa de Taichi.

—Bueno, pensé que tal vez lo necesitarías.

—Oh… El color es un poco extraño.

—Sí…

Taichi lo había comprado pensando que se ajustaba a la imagen llamativa de Fuwa, pero al parecer, no fue bien recibido.

Esto provocó que Taichi comenzara a sentirse un poco desanimado… Pero.

—Oye, ¿al dármelo significa que quieres jugar conmigo en cualquier momento o algo así?

Fuwa sonrió maliciosamente, dejando a Taichi sin palabras.

A pesar de sus intentos de disimular, era evidente lo que realmente significaba.

—Oh… ya veo, ya veo. ¿Tanto te gusto?

—¡¿Eh?! ¡N–No es eso!

—¡Ja, ja, ja! ¡Estás tan nervioso!

Sin preocuparse por las miradas ajenas, la risa de Fuwa resonó por toda la tienda.

—Bueno, de todas formas, agradezco tu regalo. Incluso si me pides que te lo devuelva, no lo haré.

—No espero menos…

—¡Bien! ¡Cuando llegue a casa, voy a probarlo!

Aunque mencionaba que era algo sutil, Fuwa miraba el control con ojos llenos de expectativas, igual que un niño observando un objeto brillante.

(…Aunque mi sentir es un tanto complicado, supongo que todo salió bien.)

Al llegar a casa, Fuwa disfrutó de un juego de fitness con su nuevo control y, una vez que su hermana Ryouko regresó a casa,…

—¡Ah! ¡Espera, Ryouko-neechan eso es hacer trampa!

—Jeje. Esto se llama estrategia.

—¡Eso es injusto! ¡Utsugi, dile algo!

—Por favor, no me pidas lo imposible…

Los tres jugaban juntos a un videojuego de lucha donde ocho jugadores pueden combatir simultáneamente e intentar lanzar a sus oponentes fuera del área para obtener la victoria.

—¡Fuwa-san, por favor, deja de apoyarte en mí! ¡Pesas demasiado!

—¡¿Qué?! ¡No peso tanto! ¡He estado haciendo dieta, sabes!

—¡Ah, Fuwa-san, eso sí es hacer trampa!

Fuwa interfiere aferrándose al cuerpo de Taichi en el suelo desde el sofá. A pesar de eso, Ryouko no regaña a Fuwa, simplemente se ríe.

“…Mi vida, realmente está yendo a la deriva.”

Pensó Taichi al mirar a Fuwa de reojo visiblemente emocionada.

Mainichi Ie ni Kuru Gal ga Kyorikan Zero Demo Yasashiku nai

Mainichi Ie ni Kuru Gal ga Kyorikan Zero Demo Yasashiku nai

La chica gal que viene a mi casa todos los días no tiene límites pero no es amable
Status: Ongoing Type: Author: Artist: Released: 2023 Native Language: 毎日家に来るギャルが距離感ゼロでも優しくない
La pacifica vida escolar de Taichi Utsugi se vió seriamente afectada el día que por error, se rió de un chiste relacionado al peso de la chica gal más popular de la escuela, y que a su vez estaba en la cima de la jerarquía del salón. Manten Fuwa ha estado lidiando con problemas de peso en el ultimo año, cosa que le costó su trabajo como modelo, y el respeto de sus compañeros de clase. Llevandola poco a poco perder poder contra su rival, Yaida. Cómo resultado de ello, se vio en la obligación de bajar de peso con el fin vengarse de todos sus compañeros. Sin embargo era una tarea no que no podía llevar acabo ella sola, fue ahí cuando obligó a Taichi para que la compañara en meta como castigo por haberse reido de ella. Así es como comienza una comedia romantica entre un chico introvertido y una gal con actitud de matona.

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