Mainichi Ie ni Kuru Gal ga Kyorikan Zero Demo Yasashiku nai [Capítulo 3]

No existe tal cosa como diversion tranquila con una chica gal

—Manten-chan, has mejorado mucho en la cocina.

—¡Oh, ¿en serio?!

—Sí, al principio pensaba que era un poco arriesgado. Es bueno ser joven, absorber rápidamente las cosas.

—No, no, ¡Ryokon todavía es muy joven! Jajaja.

En la cocina de la casa Utsugi, Fuwa y Ryoko estaban teniendo una conversación informal. Sin darse cuenta, Ryoko pasó a llamar a Fuwa por su nombre de pila, e incluso con un diminutivo, y por otro lado, Fuwa apodaba a Ryoko como “Ryokon”, llamándose de esa manera el uno al otro.

Incluso podría decirse que Ryoko llegaba a tener una mejor relación con Fuwa que con su propio hermano.

Era basado, y Fuwa llevaba una camisa blanca, pantalones cortos, y tenía el pelo recogido hacia atrás. Ambos estaban en la cocina con delantales preparando el almuerzo.

El inicio de todo fue hace aproximadamente una semana. Durante la cena en la casa Utsugi, Fuwa soltó un comentario un tanto desinteresado con respecto a cocinar. 

Esto llevó a que Ryoko la instara a que aprendiera a hacerlo.

Fuwa parecía un tanto dudosa al principio, pero Ryoko al decirle que ella sería capaz de crear sus propios menús para la dieta, y cuando dejase de visitarlos, podría vivir tranquila con el miedo de no volver a perder su figura ya que poseerá el conocimiento y las habilidades para prevenir una recaída de malos hábitos alimenticios.

Y mientras que Fuwa se pellizcaba la grasa que le sobrara en el costado, ella asintió brevemente con un ‘Sí, lo haré’.

Sin embargo, esta situación sorprendió un poco a Taichi. Fuwa, como se podía ver por su actitud en la escuela, tiende a ser bastante perezosa. Tiende a faltar a clases y muestra una actitud pasiva hacia los eventos escolares.

Aunque, él recientemente también descubrió que cuando ella se interesa en algo, tiende a profundizar hasta el fondo en ese tema. Era algo evidente viendo que ha mantenido su dieta durante casi un mes.

Aun así, la idea de intentar cocinar a partir de ahí fue sinceramente inesperada. Tras descubrirlo, Fuwa había mejorado claramente sus habilidades en esta semana.

Al principio, los condimentos eran extremadamente exagerados y descuidados, resultando en comidas blandas, quemadas, carbonizadas o crudas, un estado realmente lamentable.

Ahora, en cambio, Fuwa estaba produciendo platos no sólo comestibles, sino también deliciosos.

Por supuesto, todo esto era obra de Ryoko, que le obligaba a comerse todos los platos fallidos de Fuwa bajo amenazas de ‘come todo lo que hace Manten-chan’, junto con las penosas lecciones de error culinario, también contribuyeron enormemente a esta mejora. 

Cada vez que Taichi no lograba terminar su plato, sin duda acababa necesitando medicación para el estómago.

—Utsugi, los platos~.

Al ser llamado por Fuwa, Taichi comenzó a preparar los platos. Esta se había convertido en una rutina en los últimos días.

Lo que al principio se sintió como algo extraño con su presencia, con el tiempo se volvió una escena normal. Taichi se dio cuenta de que los seres humanos realmente se acostumbran a las cosas. 

Su cabello rubio y múltiples piercings, junto con su vestimenta llamativa y reveladora, destacaban ya sea para bien o para mal, la apariencia y el comportamiento de esta chica atraían la atención de todos.

—…Algo no encaja aquí. — susurró Taichi.

Evitando ser escuchado por su hermana y Fuwa. 

Él y ella, quienes nunca deberían haberse cruzado, ahora compartían un techo y pasaban mucho tiempo juntos… Pero pronto eso también llegará a su fin.

Si las cosas continuaban así hasta mediados de junio, existía la posibilidad de que Fuwa alcanzara su objetivo de bajar de peso antes de las vacaciones de verano. 

Y si llegaba a suceder un milagro, existía la posibilidad de que terminase antes de este mes. 

Taichi probó los platos dispuestos sobre la mesa y murmuró un “delicioso“. 

—Eso lo hice yo. Agradece y cómelo con gratitud. — dijo Fuwa con un aspecto orgulloso. 

A pesar de su arrogante comentario, su rostro reflejaba verdadera alegría, mostrando una sencillez sorprendente.

—Sí. Gracias, Fuwa-san.

—Obviamente, lo hice yo. Ah, también quiero un poco de esa carne de pollo.

—¡¿Eh?! ¡Esa la había guardado para el final!

—El primero que llega, se lo lleva~

La insolente actitud de Fuwa hizo fruncir el ceño a Taichi.

(…Definitivamente, debería poner fin a esta relación cuanto antes.)

***

Era el comienzo de la semana. 

En la escuela a la que Taichi y Fuwa asisten, se llevará a cabo el nuevo examen de condición física.

—Hah…

—¿Por qué suspiras tanto desde la mañana? Eso es molesto cuando caminas a mi lado.

—…¿No es hoy el examen de condición física?

—Ah, ¿eso es lo que te molestaba? ¡Qué fastidio! El año pasado ni siquiera lo intenté.

—Jaja…

Cuánto desearía poder hacer lo mismo. 

Por ahora, Taichi quería emular la negligencia de Fuwa y hacer todo lo posible para sabotearse a sí mismo, pero, involuntariamente recordó la escena del año pasado.

(…Recuerdo haber caído durante la carrera de 50 metros y haber tenido que correr dos veces seguidas.)

En el camino de regreso al punto de inicio, Taichi no ha olvidado ni siquiera ahora las burlas cargadas de desdén de los deportistas populares del club y los chicos de la clase. 

Incluso el profesor a cargo de la medición interrumpió bromeando mientras decía; “¡Dejen de reírse tanto!”. La situación era incómoda.

—Pero bueno, esta vez voy a participar un poco.

—¿En serio? ¿Así que vas a hacerlo?

—Pues sí, hasta ahora he estado corriendo y nadando, ¿no? Me pregunto cuánto podré hacer comparado con los verdaderos atletas de los clubes.

—¿Tanto te importa?

—Bueno, hay que sacar algo bueno de todo esto.

—Ya veo…

Taichi envidiaba la actitud positiva de Fuwa.

Mientras reflexionaba sobre lo que vendría, comenzó a hacer ejercicios de flexibilidad con los brazos.

—Bueno, me gusta la idea de que quieras esforzarte, Utsugi. Si metes la pata, todos se van a reír de mí también.

—Estás exagerando…

Con la presión innecesaria de Fuwa, Taichi se dirigió a la escuela con pasos pesados.

***

Y así pasó el tiempo hasta que llegó la hora del examen.

Cada uno se cambió a la ropa de gimnasia y se reunió en el gimnasio con hojas de registro en mano, realizando los diferentes ejercicios por turnos.

El estudiante anterior apretaba el dinamómetro con rostro enrojecido, haciendo un último esfuerzo. 

(¿Era él un estudiante del equipo de fútbol? Hizo un pequeño gesto de victoria al ver el número 55 en la pantalla.)

—Hah…

Mientras tanto, Taichi seguía suspirando como de costumbre.

En su prueba del año pasado, su fuerza de agarre era de 25 en ambas manos, lo que lo situaba por debajo del premio de las chicas. Pero ahora con su cambio físico, ¿cómo le irá este año?

Taichi tomó el dinamómetro, lo apretó con todas sus fuerzas y el resultado arrojado fue…

—¡Ah!

Una cifra que superó los 40. Este era un valor típico para los estudiantes de secundaria masculinos en la actualidad. 

Terminada la medición de la fuerza de agarre y continuando con las pruebas en el gimnasio, como las abdominales, la flexibilidad (toque de pies) y los saltos laterales, en cada uno de estos ejercicios, Taichi había alcanzado cifras que antes eran impensables para él, llegando a los promedios nacionales.

Taichi, quien solía estar al final de la tabla el año anterior, recordaba la última prueba del año pasado: la carrera de 50 metros. 

Con un cuerpo pesado y falta de ejercicio, solo pudo completar 30 repeticiones en el pasado. Mientras los demás seguían repitiendo, él se retiró temprano de su carril, recordando esa sensación de desesperación.

Este año, sin embargo, podría lograr registros que superen el promedio.

Con ese pensamiento en mente, crecía la esperanza en su corazón.

(…¿Acaso esto se debe al haber acompañado a Fuwa en su dieta?)

Mientras se emocionaba con los números en su hoja de registro, la ubicación pasó del gimnasio al campo.

Aquí, los tres ejercicios eran los 50 metros sprint, salto en largo, y lanzamiento de balón.

El momento temido había llegado: la pesadilla del año pasado, los 50 metros sprint…

(Este año será diferente… Este año será diferente.)

Se repetía a sí mismo como si fuera una maldición. Si las cosas terminaban bien, podría evitar el bochorno del año pasado y terminar la carrera sin tropezones.

Los dos primeros estudiantes en la línea de partida comenzaron a correr simultáneamente. Viendo cómo se alejaban rápidamente, Taichi esperaba nervioso su turno.

—Próximo. Toma tu posición.

Finalmente, llegó su turno. Y al parecer, el estudiante al lado suyo era parte del equipo de baloncesto.

No obstante, al ver al profesor esperando en la meta, Taichi sintió un amargo sabor en la boca. Era el mismo profesor que se rió junto con los estudiantes cuando él tropezó el año pasado.

Los pies de Taichi se volvieron pesados al colocarse en la línea de salida. Y mientras se inclinaba involuntariamente…

—¡Oye, Utsugi!

—¡¿Huh?!

Volvió la cabeza hacia el origen de la voz, e hizo contacto visual con Fuwa, quien llevaba su uniforme de deporte.

—¡F–Fuwa-san!

En medio del grupo de chicas, ella levantó la voz sin preocuparse por las reacciones a su alrededor.

—¡Si llegas a correr de la misma manera en que lo haces conmigo todos los días, te vas a arrepentir!

—¡¿Qué?! 

—¡¿Eh?! 

—¡¿Qué?! 

—¡¿Cómo?!

A pesar de estar nervioso por sí mismo, aumentar la presión de esa manera era innecesario. Los chicos a su alrededor también estaban atónitos.

Pero antes de que Taichi pudiera organizar sus pensamientos, la señal de inicio resonó.

Estaba completamente rezagado. El chico a su lado se alejaba gradualmente.

—¡Oye Utsugi, ¡corre! ¡Realmente te daré una paliza si no te apuras!

En ese momento, Taichi saltó. Hizo morder fuertemente el suelo con la suela de sus zapatos y lanzó su cuerpo hacia adelante con una patada.

(…¡E–Esto no es una broma!)

El golpe de Fuwa era despiadado. Y si decía que lo haría, sería así sin ninguna duda.

Taichi procedió a correr a toda velocidad como nunca lo había hecho. Su mente estaba completamente concentrada en Fuwa a la vez que su visión se volvía borrosa.

Recordaba el día en que se encontró con Fuwa por primera vez para correr, la vez que escapó de ella con todas sus fuerzas.

Esta era su oportunidad de demostrar los resultados de todos sus esfuerzos.

Con una expresión feroz, Taichi se acercaba desde atrás, lo cual sorprendió al chico del equipo de baloncesto. 

Este chico se esforzaba a diario en su entrenamiento como atleta deportivo. Sin embargo, en ese momento, se le acercaba un chico como un demonio persiguiéndolo desde atrás.

—¡¿Qué demonios?! ¡¿Este tipo no se había quedado atrás?! ¡Además, su cara da miedo!

Sintiendo la presencia del perseguidor que parecía estar a punto de adelantarlo en cualquier momento, el chico del equipo de baloncesto frunció el ceño.

Pero en ese momento, Taichi no tenía tiempo para prestarle atención. Jugándose su seguridad, movía sus piernas con todas sus fuerzas, viendo fugazmente la línea blanca en el suelo que marcaba la meta.

Como si se lanzara hacia allí, Taichi se inclinó al límite y se deslizó hacia adelante.

*Craaaaash*

Justo al llegar a la meta, cayó de cabeza con toda su fuerza.

—… 

—… 

—…

Todos en el lugar quedaron en un silencio sepulcral. No obstante, ese silencio se desvaneció en un instante…

—¡Utsugi! ¡Levántate! ¡Estás mostrando tus… Glúteos!

—¡Aaah!

Taichi vio a Fua acercarse hacia él con una expresión desafiante, igualando la intensidad que había mostrado anteriormente. 

En un instante, Taichi se puso de pie y trató de escapar girando la espalda y alejándose del lugar.

Mientras ambos chicos se alejaban, el chico con el que Taichi competió en la carrera se acercó al profesor.

—Profesor, ¿cuál fue el tiempo de él?

—Bueno… Él obtuvo un ‘6 segundos 89’.

—¿Qué?

Su propio tiempo había sido de 6 segundos 48. En otras palabras, si Taichi se hubiese retrasado, lo más seguro es que le habría superado.

¿Qué tiempo había logrado realmente? 

Los chicos deportistas de la clase estaban sorprendidos por la inesperada fuerza en las piernas mostrada por Taichi.

Pero intentar una nueva medición resultó caótico ya que Taichi estaba siendo perseguido por Fuwa, lo que impidió todo intento de corrección. Al final, su tiempo no fue medido de nuevo y los números de Taichi se registraron tal como estaban.

***

—¿Eh? ¿Karaoke?

—Sí. Al parecer, al investigar un poco descubrí que también existe la dieta de cantar en el karaoke. Dependiendo de la canción, se puede quemar una buena cantidad de calorías, y además, cantar en voz alta también puede ayudar a liberar el estrés.

Durante el almuerzo detrás del edificio de la escuela, una actividad que se había vuelto rutinaria recientemente con Fuwa en las últimas semanas.

Ella había comenzado a llevar su bento después de aprender a cocinar. Aunque estaba llena de sobras de las comidas preparadas en la casa de Taichi, ver a Fuwa con un bento causó sorpresa en la clase.

Al mismo tiempo, desde el incidente en mayo en el que Fuwa y Yaida discutieron, han surgido ciertos rumores en la clase.

El más fuerte de ellos sugiere que Fuwa está usando a Taichi como un saco de boxeo para desahogarse. Con los evidentes cambios en la apariencia de Taichi, este rumor ha sido discutido como si fuera medio cierto.

También se han mezclado rumores románticos de algunos con mentes enamoradas que sugieren que los dos han comenzado una relación.

Aunque la mayoría a su alrededor solo lo menciona como una broma sin mucha seriedad.

De todos modos, al observar desde lejos sin acercarse, se transparenta la idea de evitar ser arrastrado a la situación. Y tras este ambiente, no faltaron personas que se involucraron con Fuwa.

—¡¿Eh?! ¡Es tan gracioso que ahora intentes con tanto ahínco hacer dieta, me estoy riendo! ¡Además, Kirara, siempre estás con ese solitario y sombrío de Bocchi, ¿no?! ¡¿Realmente han empezado a salir juntos?! ¡Qué pareja de perdedores, mejor dicho, de cerdos perdedores, se ven súper bien juntos!

Tal comentario fue dicho por Yaida. Los cambios en la apariencia no se limitan solo a Taichi, Fuwa también estaba cerca de recuperar su apariencia original. 

Yaida intenta provocar a Fuwa para ganar superioridad, pero Fuwa simplemente la ignora con un “Qué fastidio”. 

Regresando a su rostro afilado y observándola fijamente con dureza, la mirada de Fuwa hizo que Yaida pareciera retroceder.

Al ver que no iba a sacar nada de quien era su rival, intentó dirigir su atención a Taichi. Pero al encontrarse su mirada tensa, no tuvo el coraje suficiente para decirle un comentario al respecto, así que simplemente se marchó de la clase con su séquito.

Y esto no era para menos, Según Fuwa, la expresión actual de Taichi se ha vuelto bastante intimidante.

Sin embargo, hasta ahora, Taichi parece no haberse dado cuenta de este cambio, quizás debido a la triste razón de su soledad de siempre…

—Karaoke, ¿verdad? De hecho, hace tiempo que no voy.

—Creo que podría ser beneficioso para la dieta, y cantar con una respiración diafragmática también puede fortalecer los abdominales.

Taichi consideró que esta propuesta era bastante astuta. Si solo se trata de cantar, no habría necesidad de que él esté presente. Últimamente, cantar en solitario en el karaoke se está volviendo más común. De esta manera, Taichi podría tener un respiro de Fuwa y tiempo para él solo.

—Interesante. ¿Qué tal si vamos hoy? Además, después de la escuela no hay natación.

—Claro, puedes ir, yo me iré a casa, tengo cosas que hacer.

—¿Eh? ¿A dónde vas con eso? También vas a ir. ¿Qué te hace pensar que iba a ir sola?

—¿Eh?

—No me vengas con esa cara de incredulidad, soy yo quien está confundida. 

Taichi nunca esperó ser invitado, después de todo, no está en sintonía con el karaoke, sería un mundo infernal. 

En el pasado, cuando él fue invitado al karaoke en la clase, apenas pudo integrarse con los demás y se sintió como si fuera invisible, sentado en el rincón tratando de pasar desapercibido.

Escuchar canciones que no conocía irritaba sus tímpanos, y al intentar cantar, nadie parecía prestarle atención. Aunque no fue un trauma, desde entonces, Taichi no había participado en ninguna sesión de karaoke.

—Uh, um… Yo, no conozco muchas canciones…

—Bueno, ¿no es suficiente con cantar algo al azar?

—Ni siquiera son canciones que tú disfrutarías.

—No importa, el propósito es usar calorías cantando, así que cualquier canción está bien.

—Y–Yo siento que, si cantara, s–sería raro…

Decirlo en voz alta le entristecía.

—No me cabe duda, puedo imaginarlo vagamente.

Que Fuwa validara tal comentario sólo aumentaba aun más su angustia.

—B–Bueno, si es así…

—No, con solo cantar no será divertido. Para quemar calorías, es mejor estar emocionado. Cantar sin emoción solo te hará ver tonto.

—Y–Yo…

—¡¿Por qué balbuceas tanto?! ¡Termina la oración!

—Lo siento…

—¡No te estoy pidiendo que te disculpes! De todos modos, fuiste tú quien propuso esto, así que Utsugi, ¡tú también irás conmigo! ¡Después de clases, iremos directo al karaoke!

Sintiéndose abrumado, Taichi simplemente asintió con un “Entendido”.

—Oh, por cierto. ¿Por qué no invitamos a esa persona también? Seguro que está aburrida. Aunque ahora está en otra clase, solíamos ser súper cercanas el año pasado. No ha estado viniendo mucho a la escuela últimamente, así que pensé en invitarla después de tanto tiempo.

—…

Ante su comentario, Taichi no pudo evitar sentir una incómoda sudoración en la frente y en la espalda.

(…Espera un momento.)

Recordando el incidente reciente en el que Fuwa comenzó a visitar su casa, Taichi de repente se dio cuenta de que nuevamente había hecho un comentario imprudente.

(…Oh no, ¿he metido la pata de nuevo?)

***

En junio, el sol seguía alto en el cielo incluso al anochecer.

En medio de la atmósfera húmeda, en estos días que marcaban el comienzo de la temporada de lluvias. Nubes pesadas se acumulaban en el cielo, extendiéndose lentamente como un dosel sobre sus cabezas. La escena parecía presagiar el futuro incierto de Taichi.

La puerta principal del parque que está situada frente a la estación apareció en el campo visual de Taichi.

Fuwa estaba sentada en el arco de una escultura con las piernas cruzadas, haciendo que su corta falda parecía a punto de revelar más de lo deseado.

(…¿Cómo será la amiga de Fuwa? Espero que no sea intimidante igual que ella.)

A medida que se acercaba el encuentro con la amiga de Fuwa, Taichi se preguntaba cómo sería. 

Hasta el incidente con Yaida, Fuwa parecía pasar más tiempo con chicos que con chicas. Aun así, no estaba desconectada de las amistades femeninas. Y antes de dicho incidente, ella solía ser parte de un grupo de chicas muy animadas.

—Um, Fuwa-san…

—Sí, ¿qué?

A pesar de su curiosidad, la respuesta de Fuwa fue escueta, ya que estaba absorta en su teléfono.

—¿Cómo es la persona que vendrá hoy? ¿Podrías decirme su nombre o algo así?

—Ah… Umm… Bueno, ya que la vas a ver en breve, ¿realmente necesitas una descripción ahora? Oh, ya salió de la estación. Pronto estará aquí.

—Oh, entiendo…

Por desgracia, había recibido otra respuesta insípida.

Taichi realmente deseaba prepararse un poco para lo que le esperaba y obtener información sobre la persona con la que se iba a encontrar, pero sus planes fueron completamente ignorados.

Sintiendo la señal de que no era momento para preguntas, Taichi percibió que la interacción con Fuwa podía esperar. Probablemente, ella estaba ocupada comunicándose con la persona en cuestión. No sería útil presionarla y arriesgarse a ser regañado de nuevo.

Él tragó saliva nerviosamente, sintiéndose como un criminal antes de ser juzgado. Y entonces, después de cinco minutos de espera…

—¡Kirara!

Un grito agudo resonó en la zona. La gente alrededor se giró para ver qué sucedía.

—¡Ah, Mai!

—Lo siento por la demora, tuve que ir al baño y había muchas personas…

La joven que se acercaba corriendo hacia Taichi y Fuwa tenía el cabello semilargo de color negro intenso, con un degradado rojo en las puntas. Su piel era saludable y ligeramente bronceada. 

A pesar de su pequeña estatura en comparación con Taichi y Fuwa, irradiaba una fuerte personalidad. 

Al igual que Fuwa, llevaba múltiples aretes rojos que brillaban en sus orejas. Vestía una camiseta blanca con shorts de mezclilla desgastados, lo que le daba una apariencia vibrante.

—Oye, hace mucho que no te veo. ¿Cómo has estado?

—Hace mucho… Mai ni siquiera vas a la escuela, ¿qué ha estado haciendo todos estos días?

—Oh… Paseando por la ciudad de forma casual, ¿sabes? Y trabajando un poco. Oye, parece que has engordado un poco desde la última vez que la vi.

—¡Cállate! ¡Sé perfectamente cómo estoy! ¡Por eso te invité hoy!

—¿Eh? ¿Qué quieres decir?

Fuwa explicó la situación hasta el momento con una furia que parecía estar masticando un insecto amargo con todas sus fuerzas.

—¡Wow, en serio…! Yaida es bastante cruel, pero Nishizumi y algunos otros en la clase también son un asco, ¿no?

—Exactamente. ¡Ah! ¡Solo recordarlo me hace enojar de nuevo!

—Así es. Entonces, ¿sobre ese tal Utsumi? También está haciendo dieta, ¿verdad?

—No, es Utsugi.

—¿Eh? Ah, perdón, perdón. No soy bueno recordando nombres de personas. Por favor, discúlpame.

—Ah, sí…

(…Menos mal. No parece tan intimidante como pensaba.)

Aunque tiene un estilo similar al de Fuwa, luciendo como una chica gal, tras conversar con ella, parecía mucho más accesible que Fua.

—Así que Utsugi ha propuesto una idea de cantar en karaoke para quemar calorías. Pensé en animarme y quemar calorías de verdad.

—¡Perfecto! ¡Entonces, ¿a dónde vamos? ¿A dónde? ¿Por código? ¿O por señas?

—¿Qué tal un lugar cómodo y cercano? El más cercano que encuentres está bien.

—Sí, vamos por señas entonces.

La conversación sigue sin tener en cuenta a Taichi. Sin embargo, para Taichi, la pregunta de “¿A dónde vamos?” no tiene sentido, ya que no sabe diferenciar entre los distintos karaokes.

—¡Vamos allá! ¡Síganme!

—¿Por qué Mai está liderando esta expedición? jaja

Con Mai liderando el grupo con su pequeña estatura, Taichi y Fuwa la siguen hasta el establecimiento de Karaoke.

***

Los chicos llegaron al conocido y popular karaoke de la cadena de renombre con la icónica mano de gato levantada en la estación.

En cuanto se abrieron las puertas, se encontraron con el mostrador de recepción. Una habitación de karaoke convencional con iluminación tenue, monitores que transmitían videos musicales y tres micrófonos junto a terminales de control.

—Así que, vamos a presentarnos de nuevo. ¡Soy Mai Kirisaki! Es nuestro primer encuentro, ¿no?

—S–Sí. Soy Taichi Utsugi.

—¡Encantada de conocerte!

Taichi sintió un golpe en el hombro. Kirisaki era una chica gal con una energía diferente a la de Fuwa, con un entusiasmo muchísimo más alto. Tenía una cercanía física notable y le gustaba mucho el contacto físico.

Y Taichi que era completamente inexperto en el trato con mujeres, se desconcertó totalmente, recibiendo de Fuwa un comentario poco halagador: “Tus reacciones son molestas”.

—¡Jaja, cierto! ¡Definitivamente tienes esa atmósfera de ser muy introvertido! ¡Tu expresión es como de un gánster o algo así! ¡Ajaja!

Taichi se sintió abrumado desde el inicio por el alto nivel de entusiasmo característico de una chica gal. 

Aunque sus personalidades eran diferentes, ambos, tanto Kirisaki como Fuwa llamaban la atención con su apariencia llamativa. 

Con una sensación incómoda como si fuera un elemento extraño, Taichi se acomodó en su asiento sintiéndose visiblemente incómodo.

A pesar de que solo le sugirió a Fuwa la idea de la dieta de karaoke, nunca imaginó que terminaría siendo arrastrado hasta allí. Y para empeorar las cosas, la entrada en escena de otra chica gal, tan llamativa como Fuwa, fue completamente inesperada.

(…Pero tal vez, si Fuwa está ocupada con ella, podría no tener que lidiar tanto conmigo.)

Desde el principio, ambas chicas parecen haber olvidado por completo la presencia de Taichi, sumergiéndose en la diversión. Cantaban canciones y continuaban elevando la energía a todo pulmón. Taichi se sentía incómodo en medio de la situación.

Compartiendo canciones, haciendo coros, e incluso forzando algunos duetos, las chicas cantaban con entusiasmo. Mientras se preocupaban por las calorías quemadas que se mostraban después de cada canción, continuaron cantando al menos cinco canciones.

Durante todo este tiempo, Taichi había estado bebiendo su té helado poco a poco a través de una pajita.

Aunque él podría haber pasado desapercibido manteniéndose en segundo plano, esa tenue esperanza fue rápidamente aplastada.

—Oye, Utsugi-kun, ¿qué canción quieres cantar? Tanto Kirara como yo ya hemos cantado mucho, ¿por qué no lo intentas?

—¿Eh? ¿Y–yo?

—¡Obviamente! ¡No hay nadie más aquí! Y, ¿por qué estás escondido en la esquina?

—¡Sí, ve y canta! ¡Incluso si cantas horrible, sólo nos reiremos!

…Quiero irme… Y además, Kirisaki ha estado pronunciando mal mi apellido constantemente.

Con torpeza, Taichi operaba la tablet que le entregaron. En realidad, los videojuegos eran su pasatiempo principal y apenas escuchaba música, y mucho menos conocía canciones de anime. Estaba claro que Taichi no estaba hecho para el karaoke.

—¡Canta rápido! ¡Se está acabando el tiempo!

—Incluso si fuera un festival de anime, ¡estoy lista!

Es la indecisión lo que lo retrasa. Pero prolongar su elección sólo aumentaría la incomodidad en el ambiente.

Taichi revisa en su memoria buscando una canción que podría cantar. Debe ser lo suficientemente conocida para que ellas la sepan, pero no demasiado oscura como para que sea irreconocible…

Después de considerar varias opciones, recordó una canción que parece iluminar su mente, la busca en el terminal y la envía.

—¿Eh?

—¿Qué es esto?

El título de la canción aparece en la pantalla, pero ambas chicas miraron con curiosidad.

Cuando la pantalla cambió, un intro de jazz suave concluyó.

—¿Eh? Esta canción me suena de algo.

—¿Qué? Yo nunca la había escuchado.

Durante la introducción, el título de la canción apareció en la pantalla negra. Luego, la escena cambió abruptamente, y comenzó a proyectarse una animación totalmente en CGI, con las letras de la canción también siendo mostradas.

—¡Ah! ¡Esta canción! ¡Es de…! ¡Es de los…!

—¡Ja, ja! ¡Sí! ¡¿Por qué elegiste esto?! ¡¿No es algo vieja?! ¡Pero es gracioso ja, ja!

Kirisaki y Fuwa señalaron la pantalla. Con base en recuerdos borrosos, Taichi contuvo su vergüenza y comenzó a cantar.

En la pantalla, se proyectaba un video de una película de animación extranjera muy famosa. La trama involucraba el diálogo entre juguetes con conciencia, sus vidas cotidianas, así como sus luchas y cuestionamiento sobre su propósito y existencia como juguetes.

Fuwa y Kirisaki recordaban sus experiencias viendo la animación única de los juguetes, riéndose y disfrutando del video. Taichi se sintió aliviado al ver que la atmósfera no se había vuelto incómoda.

La canción era tan corta que ni siquiera duraba tres minutos completos. Aunque breve, para Taichi fue un tiempo denso (en el peor sentido). 

Una vez que terminó de cantar, la pantalla se volvió oscura. Las calorías quemadas se mostraron en la parte inferior y Taichi exhaló todo el aire de sus pulmones, sintiendo un alivio por haber terminado.

—¡E–Estuvo bien! ¡Esto fue inesperado! ¡Ja, ja, ja!

—¡Ja, ja, ja! ¡No esperaba que cantaras algo así! ¡Realmente, tú! ¡Ja, ja, ja!

Parecía que habían tocado la fibra sensible de las chicas. Aunque era mejor que el silencio incómodo, sentirse ridiculizado de esa manera no permitió a Taichi sentirse completamente feliz.

—¡Ja, ja, ja! ¡Me hiciste reír! ¿Te gusta esa película, Uchida-kun?

—B–Bueno, no diría que me gusta tanto… Sólo recordaba la canción de ahora.

—A mi me gustaba mucho esa película

—Ah, sí… Por cierto, soy Utsugi.

—¿En serio? Lo siento mucho. Es que realmente soy mala recordando nombres de las personas, ya sabes…

La actitud despreocupada de Kirisaki dejó a Taichi sin saber cómo reaccionar.

—¡Oh, ya sé! ¡Tu apodo será ‘Woody’!

—¿Wo–Woody?

Taichi fue repentinamente apodado como Woody por Kirisaki, quien sonreía felizmente.

—¡Sí! ¡Ese apodo va muy bien contigo, ¿no crees, Utsugi-kun?

—¡Entonces, es oficial, tu apodo es Woody!

Y sin siquiera Taichi pedirlo, recibió un apodo inesperado por parte de ambas chicas.

Influenciadas por la selección musical de Taichi, Fuwa y Kirisaki comenzaron a entonar canciones de la misma compañía de animación con entusiasmo.

—¡Vamos! ¡Tú también sigue cantando!

—¡Sí, sigue con entusiasmo!

—¡Asegúrate de cantar con energía esta vez!

—Si la situación se vuelve incómoda, Woody, tendrás un castigo.

—Oh, se me ocurrió una idea. ¿Qué tal si realizamos puntuaciones y el que saque peor puntaje recibe un castigo?

—Oh, ¿entonces quieres competir conmigo? ¡Bien, te voy a vencer!

—No es por presumir, pero yo siempre obtengo puntajes altos. Ah, Utsugi, también tienes que participar, no es obligatorio.

—¡Vamos, Woody!

Ambas chicas gal atacaron a Taichi sin piedad. Y aunque él se tambaleaba por el miedo, logró sobrevivir de aquella situación.

Por cierto, de aquel desafío, Taichi terminó como el claro perdedor.

—Entonces. Mai, ¿tienes alguna idea para el castigo?

—Mmm… Déjame pensar…

El chico se sentía como un prisionero esperando la sentencia. Aunque en el fondo no había hecho nada malo, tenía ganas de presentar una objeción. 

—Bueno, ¿qué tal algo ligero para empezar? No queremos hacer algo muy extremo de inmediato, ¿verdad, Woody?

—¿Eh? ¿No crees que eso sería algo aburrido?

—Um, si es posible, que sea algo suave, por favor…

Aunque tenía pocas esperanzas, Taichi esperaba que el castigo fuera lo más suave posible. Kirisaki, con una sonrisa de complicidad, irrumpió con una idea:

—Oye, Kirara. ¿Qué tal si Woody tiene que llamarnos por nuestros nombres?

—¿Eh? ¿Y dónde está la diversión en eso?

—Ya está decidido. Entonces, desde ahora, Woody nos llamará por nuestros nombres. Y recuerda, ¡de manera clara y fuerte! Si no te escuchamos, tendrás que repetirlo.

—¿Eh? ¿Estás segura de que quieres esos?

A pesar de haberse estado preparando para algo más severo, el castigo resultó ser bastante leve. 

—Sí, esto debería ser fácil para ti, ¿no crees? — dijo Kirisaki con una expresión traviesa.

—¡Bien, vamos a empezar! ¡Primero, di; Kirara!

—S–Sí… Kira—…

Justo cuando iba a comenzar a hablar, Taichi se quedó en silencio con la boca abierta.

(…¿Qué es esto?)

El chico estaba extremadamente apenado.

—¿Qué pasa? Vamos, sigue adelante y llámanos por nuestros nombres.

—K–Ki… Ki… Ki…

Se sentía como un mono bajo los efectos de alguna droga. Fuwa, al ver la reacción de Taichi, mostraba una sonrisa malévola en complicidad con Kirisaki.

—¡Ki… Ki… Kir… Kirara… san…

—No se escucha…

—¡No se escucha!

Las dos chicas gal compartían una sonrisa malévola mientras que Taichi tenía la cara roja y emitía sonidos ininteligibles entre dientes.

No obstante, la situación no parecía tener fin. Si no resolvía esto pronto, también afectaría el humor de Fuwa. 

Taichi apretó los ojos y con fuerza dijo:

—K–Ki… Ki… ¡Kirara-san!

Pero se trabó al esforzarse demasiado. Ante esto, Fuwa y Kirisaki sonrieron aún más y dijeron:

—¿Qué pasa, T–Taichi?

—¡¿Co-cómo?!

Sin motivo aparente, Fuwa le respondió con su nombre de pila, lo que desconcertó por completo a Taichi.

—¡Vamos, ahora es mi turno!

Kirisaki lanzó otra embestida. Con la mente completamente desorientada, Taichi…

—¡M–Maika-san!

Aunque Taichi logró con éxito decir el nombre de Kirisaki a la primera, despertó una ola por parte de Fuwa.

—¡Oye, ¿por qué dijiste su nombre con facilidad?!

—Ah, ¡eh, ¿Fuwa-san?!

Fuwa agarró la cabeza de Taichi con fuerza, aplicándole un candado. A pesar de su tono, su expresión reflejaba que disfrutaba de la situación.

(…¡Es doloroso, pero más allá de eso, ¿por qué actúa así de repente?!)

—¡Aaaah! ¡Llámame correctamente a mí también, Taichi!

Taichi estaba completamente rojo en todos los sentidos. El karaoke box estaba lleno de ruido, y Taichi se vio atrapado en un alboroto con dos chicas gal.

***

Al salir del karaoke, el cielo estaba cubierto por nubes de un color aún más oscuro y pesado.

—Parece que va a llover.

Kirisaki miró al cielo. Taichi, contagiado, también levantó la vista. La humedad se sentía en la piel.

—Qué mal momento, ni siquiera traje un paraguas. — dijo Fuwa entre quejas.

Los tres chicos habían pasado la mañana y la tarde sin problemas aparentes con el clima, por ende, no se tomaron la preocupación de llevar un paraguas consigo. 

—¿Deberíamos comprar uno en la tienda de conveniencia? Sólo por precaución.

—No pasa nada, si volvemos a casa rápido, no habrá problemas.

Aunque Fuwa denotaba interés en volver a casa, en realidad, tenía la intención de visitar la casa de Utsugi. 

Seguramente planeaba disfrutar del juego fitness habitual, aparte de haber quemado calorías en el Karaoke, también quería hacer ejercicio, al igual que Taichi, después de todo, ya formaba parte de la rutina de ambos.

Irónicamente, la presencia de Fuwa contribuía en cierta medida a mantener esta rutina. Si él estuviera solo, probablemente habría renunciado y se habría tentado con dulces en este momento.

Oh, lo siento… Voy a pasar por el supermercado antes de ir a casa. Nos quedamos sin plátanos.

—Entonces, ya que vamos en la misma dirección, voy a comprar ingredientes para usar en casa. Los frutos secos y la ensalada se acaban rápidamente.

Desde que escucharon que los plátanos eran ideales para calmar el hambre antes de hacer ejercicio, la casa de Utsugi siempre estaba provista de plátanos.

Desde que Fuwa empezó a cocinar, solía ir de compras al supermercado con Ryoko para abastecerse de ingredientes para cocinar en casa. 

Aparentemente, ella se había vuelto bastante meticulosa, en especial considerando que realmente había empezado a cocinar en su propia casa.

—¿Eh? ¿Kirara, estás cocinando ahora?

—Sí, lo estoy tomando en serio. Empecé hace poco y es bastante bueno. ¿Quieres probarlo alguna vez? Te lo daré a precio de rebaja.

—¡¿Estás loca?! ¿Realmente puedes hacer algo comestible?

Fuwa y Kirisaki jugueteaban frente a Taichi mientras caminaban de camino al supermercado. 

El más cercano estaba a unos veinte minutos a pie desde la parte trasera de la estación, y el calor y la humedad hacían que la piel sudara solo caminando.

A la vez que Fuwa y Kirisaki caminaban, se abanicaban con las manos y se ajustaban la ropa para dejar entrar aire fresco, intentando desesperadamente refrescarse.

De repente, Taichi sintió una sensación fría en la mejilla y levantó la vista.

—Oh, parece que empezó a llover.

—¡Oh no, esto es lo peor! ¿Qué hacemos? ¿Deberíamos volver hacia atrás a esa tienda de conveniencia que vimos?

—No, una vez crucemos ese paso de peatones, estaremos cerca. ¿Qué tal si corremos para llegar más rápido?

—Hm… No quiero sudar más de lo que ya lo hice…

Aunque Kirisaki dudaba con respecto a qué hacer, la lluvia comenzó a caer con más fuerza.

Los charcos en el asfalto se multiplicaban rápidamente, y en cuestión de segundos, la lluvia los atraparía por completo.

—¡¿Qué?! ¡Esto no puede ser!

—¡Oh no!

—¡Corramos!

La lluvia, que caía con una intensidad que parecía penetrar el suelo, golpeaba ferozmente las cabezas de los tres. 

El estruendo de la lluvia sacudía los tímpanos, haciéndolos gritar para comunicarse debido al ruido ensordecedor.

A pesar de saber que era inútil, los tres corrían bajo la lluvia, protegiendo sus cabezas con bolsas y otros objetos mientras el asfalto empapado se extendía bajo sus pies.

Las gotas de lluvia dificultaban la visión al golpear sus caras, y sin darse cuenta, los tres estaban completamente empapados, con el agua penetrando hasta el interior de sus zapatos. Encontrar una parte seca en su ropa se volvía casi imposible.

Al llegar a un cruce, justo en el momento en que el grupo lo alcanzaba, las luces del semáforo cambiaron a verde.

—¡Qué suerte!

Fuwa aceleró el paso, siendo la primera en cruzar la intersección. Kirisaki estaba un poco rezagada, y Taichi se encontraba a medio camino entre las dos, corriendo un poco más cerca de Fuwa.

De repente, Taichi notó por su rabillo del ojo un vehículo blanco tipo furgoneta dirigiéndose hacia el cruce. Sin embargo, parecía estar girando con tanta velocidad que no mostraba signos de disminuir la velocidad.

—¡Oye!

En la dirección hacia la que se dirigía, estaba Fuwa.

(…¿Esa persona en el auto no ve a Fuwa?)

Con la lluvia torrencial, la visibilidad era pobre a pesar del funcionamiento de los limpiaparabrisas. Probablemente, las gotas de lluvia en los espejos laterales obstaculizan aún más la visión desde el interior del vehículo.

Y desafortunadamente, la entrada del vehículo y la llegada de Fuwa al cruce ocurrieron casi simultáneamente… 

—¡Fuwaa!

Taichi intentó llamarla levantando la voz, pero el sonido de la lluvia impidió que su voz llegara hasta ella.

No obstante, Fuwa también parecía darse cuenta de que un automóvil se acercaba directamente hacia ella. La distancia entre ella y el vehículo era mínima. 

En lugar de experimentar miedo, su cerebro no pudo procesar lo que estaba sucediendo, deteniendo sus pensamientos y movimientos.

Pero la inercia que la empujaba hacia adelante cambió de repente, y su cuerpo se vio bruscamente tirado hacia atrás. Taichi agarró el brazo de Fuwa y la atrajo hacia él en un instante.

Con la vista cambiando rápidamente, Fuwa experimentó una sensación momentánea de flotación antes de que tanto ella como Taichi fueran lanzados a la acera. Sin embargo, el cuerpo de Taichi sirvió como amortiguador a la vez que la protegía.

Fuera del campo de visión de ambos, la furgoneta blanca vaciló de un lado a otro en el carril, siguió su camino sin detenerse. Probablemente, intentó esquivar a Fuwa al darse cuenta en el último momento y trató de cambiar de carril.

Si Taichi no la hubiera alejado hacia la acera… O si Fuwa hubiera optado por correr hacia el carril para esquivar el auto… Probablemente el auto habría chocado directamente con ella.

—¡Ah!

Cayendo al suelo desde su trasero, Taichi quedó debajo de Fuwa, quien cayó sobre él como si lo cubriera.

—¡Kirara! ¡Woody!

Kirisaki corrió hacia ellos con una expresión angustiada, y Taichi frunció el ceño por el dolor punzante en su trasero.

—Auch…

—Duele… Ah, ¿qué demonios fue eso? — dijo Fuwa mientras se levantaba encima de Taichi.

—¡Kirara casi te arrollan! Por un momento… Pensé que habías muerto.

—¡Ya detente!

Recordando la situación en la que se encontraba, Fuwa sintió un escalofrío.

—¡Maldito auto de mierda! ¿Qué pasa con el idiota que casi arrolla a Kirara y sigue su camino sin detenerse? ¡Eso es un crimen! ¡¿verdad?!

Kirisaki estaba furiosa con el auto que se alejaba. Por otro lado, Fuwa estaba en un estado de shock. Instintivamente se abrazó los hombros debido al frío que no era solo por la lluvia.

—Sí, tienes razón. En ese caso, deberíamos llamar a la policía por lo menos.

—No… Lidiar con la policía y todas esas preguntas suena molesto.

—Pero, pero…

—Te dije que no.

Con debilidad, pero con un tono firme, Fuwa detuvo a Taichi. Había una extraña tensión en el aire. Para dispersar esa atmósfera, Kirisaki abrió la boca.

—Pero todo está bien… Kirara, llevas un rato encima de Woody. Sería bueno que te apartaras de una vez por todas.

—¿Eh? Ah…

Finalmente, Fuwa se dio cuenta de que estaba sobre Taichi.

—Increíble, si Woody no hubiera actuado con rapidez, habría sido realmente peligroso. ¡Buena jugada, Woody!

—N–No… Bueno, Fuwa-san. ¿Estás bien?

—Ah, sí. Estoy bien… sí…

—Qué alivio.

—L–Lo siento. Me voy a apartar ahora… ¡Ouch!

Sin embargo, al ponerse de pie, Fuwa sintió dolor en el tobillo y frunció el ceño. 

No pudo mantenerse de pie debido a un dolor agudo y punzante. Al parecer, se torció el tobillo cuando Taichi lo atrajo hacia sí momentos antes.

—¡Kirara! ¿Estás realmente bien?

—Sí… mi pie duele un montón.

—¡Definitivamente no estás bien!

—Ah… esto es realmente desastroso…

Lo que antes parecía ser un momento alegre en el karaoke, pasó a ser una situación preocupante, con Fuwa teniendo el tobillo lesionado, y todos empapados por la lluvia.

—¿Qué hacemos…? Kirara, ¿puedes caminar?

—Es un poco difícil. Incluso ponerme de pie es duro.

Fuwa estaba completamente exhausta, y antes la problemática que se les enfrentaba, Taichi, se acercó nervioso a ella.

—¿Qué tal si vamos a mi casa? Si seguimos parados aquí, todos terminaremos resfriados… ¿Qué les parece?

—¿Ir a tu casa, Woody?

—Sí. No está tan lejos desde aquí… Aunque si la casa de alguna de ustedes está más cerca, podemos ir allí.

—Lamentablemente no es así, mi casa aún está un poco lejos. Además, Kirara vive sola, en una situación como esta, sería muy peligroso para ella. 

—Bien, está decidido entonces, vayamos a mi casa.

—Sí, tal vez sea lo mejor. ¿Está bien para ti, Kirara?

—De hecho, originalmente tenía planeado ir a casa de Utsugi…

Después de llegar a un acuerdo, Kirisaki también se unió y los tres se dirigieron hacia la casa de Utsugi.

No obstante, Fuwa parecía incapaz de caminar por sí misma.

—Oye, Kirara. Realmente sería mejor que Woody te llevara. Yo no tengo la fuerza suficiente para ayudarte.

—¿Eh?

—No me mires así. Tú no puedes caminar por ti misma en esa condición.

Por supuesto, Taichi no tenía objeciones para llevar a Fuwa. De hecho, pensaba que debería hacerlo… Pero, ¿Fuwa hubiese estado dispuesta a que sea tocada por Taichi? 

Ante esa duda, él se había abstenido a preguntar, o si quiera plantear esa idea.

—Um, Fuwa-san… Si no tienes problemas, puedo llevarte en mi espalda.

—…¿En tu espalda?

—¡Kirara!

—Entiendo, pero… sería un poco incómodo, ¿sabes…?

—¡Entonces nos iremos y te dejaremos aquí sola!

—Bueno bueno… Está bien… Gracias.

Con la ayuda de Kirisaki, Fuwa se apoyó en la espalda de Taichi. 

A través de la camisa mojada pegada a su cuerpo, se podía sentir la temperatura de Fuwa. Estaba bastante fría, quizás debido a la lluvia. Así que era necesario que ella entrara en calor lo antes posible. 

—Ah, esto es realmente incómodo…

Afortunadamente, debido a la lluvia, no había casi nadie alrededor. Aun así, Fuwa se ruborizó y se encogió ligeramente en la espalda de Taichi, escondiendo su rostro.

(…Ella es un poco pesada.)

Descartando el mito de que las chicas son ligeras, Taichi se apresuró hacia su apartamento en el complejo residencial.

***

—Ya llegamos.

Los tres regresaron sanos y salvos al apartamento. Eran alrededor de las seis de la tarde, y Ryoko aún no había regresado a casa.

—Permiso~

Kirisaki siguió a Taichi, quien cargaba a Fuwa en su espalda. Los tres estaban empapados por la lluvia.

—Kirisaki-san, te dejaré a cargo de Fuwa. Voy a preparar el baño ahora mismo.

—¿Eh? ¿Estás sugiriendo que una chica se bañe tan pronto llegue a tu casa? ¡Taichi-kun, eres bastante audaz!

—¡¿Qué?! ¡N–No es eso! ¡No tiene ninguna connotación extraña! Sólo… Es decir, si se quedan así podrían resfriarse, es decir, en ese sentido… ¡No hay nada sospechoso en absoluto! ¡Absolutamente nada!

—Bueno, está bien, me di cuenta jaja. ¡Taichi-kun, reaccionaste demasiado bien!

(…¿Qué se supone que debo hacer?)

—Haah… Por ahora, esperen un momento en la sala de estar. Voy a traer toallas también.

—¡Entendido! Vamos, Kirara, te bajaré.

Dejando a Fuwa al cuidado de Kirisaki, Taichi preparó toallas de baño y de mano desde el vestuario. Se las entregó a ambas chicas y rápidamente llenó la bañera.

No podían quedarse con la ropa mojada, así que decidió que ambas deberían ducharse mientras se calentaba el agua en la bañera. Sin embargo, dejar a Fuwa sola con su lesión en el pie era preocupante. 

Por lo tanto, propuso que Fuwa y Kirisaki debían bañarse juntas.

—No vayas a espiarnos~ jaja. 

Bromeó Kirisaki mientras Fuwa le lanzaba una mirada amenazadora y se despidió de ellas viendo sus espaldas. 

Taichi tomó un respiro y secó su cabello con una toalla para quitar la humedad.

Por ahora, ambas chicas deberían calentarse adecuadamente, pero surgía otro problema.

—¿Qué hago con la ropa de cambio…?

La ropa mojada se secaría en pocas horas si la ponía en la lavadora de tambor. Pero, ¿qué podrían usar durante ese tiempo?

Tal vez podrían utilizar algo de la ropa de Ryoko… Aunque el verdadero problema yacía en la ropa interior.

—No, no, no…

La primera vez que Fuwa visitó la casa de Utsugi, le entregó (¡solo la parte inferior!) de la ropa interior sin usar de Ryoko. ¿Debería hacer lo mismo esta vez?

No sé sabe hasta que punto es apropiado que un hombre le de ropa interior a una chica que acaba de conocer como algo casual.

(Pero, se trata de una situación de emergencia, debería estar bien, aunque mi imaginación simplemente va por el camino equivocado.)

Taichi volteó a ver el reloj, eran las 18:15. Aún quedaba tiempo antes de que su hermana regresara a casa. Si ella estuviese allí, sería más fácil tratar este complicado dilema.

—No hay más remedio, prepararé lo que pueda.

(Ni siquiera estoy seguro de que clase de ropa interior de mi hermana está sin usar. Y no es como que simplemente pueda ir a una tienda de conveniencia y comprar un par, eso es imposible.)

Realmente este ha sido un día de mala suerte para Taichi.

—Me arrepiento de haber sugerido ir al Karaoke.

Si él no lo hubiera mencionado, ¿no estaría lidiando con estas dificultades ni preocupándome por la lesión de Fuwa.

—…Soy un desastre…

Mientras se lamentaba, Taichi recordó las palabras favoritas que solía decir su madre.

…Realmente, no puedes hacer las cosas como Ryoko, ¿verdad?

Desde hace mucho tiempo, él ha estado bajo la sombra de su hermana mayor, siendo comparado en cada aspecto de su vida.

Haciéndolo sentir aún más miserable y teniendo complejo de sí mismo. Un sentimiento que se ha ido propagando como un virus, hasta el punto de ser lo que es ahora.

Taichi no es más que el resultado de los tratos de su madre hacía él. La falta de confianza es atribuida a una crianza que le ha hecho perder todo ápice de esperanza en él.

Después de haber ido a la habitación de su hermana y buscar la ropa que era la más adecuada para las chicas que están tomando una ducha en su baño… Tenía que enfrentar otro gran dilema.

Sí, ese era el entregarles la ropa.

La anticipación y el nerviosismo eran palpables. El latido del corazón martillaba en sus oídos, creando una atmósfera que parecía sacada de una escena de horror de pánico. 

El cielo nublado, la lluvia torrencial, el crepúsculo que oscurecía los pasillos, todo contribuía a una ambientación desfavorable.

La única excepción era la puerta entreabierta del vestuario, de tipo corredera. Aunque se abriera con cuidado, el sonido y las vibraciones se arrastraban hasta la ducha. Con dos prendas íntimas en la mano, su silueta agachada furtivamente en el vestuario era verdaderamente la de un pervertido.

Sin embargo, es crucial entender que, en este momento, no era que él estuviera alimentando deseos lascivos hacia las dos chicas al otro lado de la puerta. Más bien, un temor incomparable estaba bloqueando su camino.

Ante él se esconde una chica desnuda. Encontrarse con ella significaría (socialmente) la muerte. Sí… esta era, sin duda, una misión de sigilo en la que Taichi estaba dispuesto a arriesgar su vida (social).

El centro de la puerta era de cristal esmerilado. Si hubiera alguien al otro lado, su silueta se vería con claridad.

Primero, se acercaría sigilosamente para confirmar si había alguien adentro. Y así evitar a toda costa abrir la puerta y descubrir que era como entrar en un paraíso sería primordial.

Con el puño apretando las prendas íntimas, tragando saliva, se acercó decidido a la puerta…

*¡Clic! ¡Clic! ¡Clic!*

Pero, justo cuando estaba a punto de hacerlo, la puerta se abrió.

Una alarma de emergencia sonó en su mente. Casi quedó paralizado por la sorpresa, pero un golpe fuerte en la cabeza lo sacudió de esa conmoción. Si se detenía en ese momento, se tendría que enfrentar a la muerte.

—¡Aah!

Taichi pensó en correr y esconderse, pero era demasiado, para su desgracia, su cuerpo no respondió tan rápido como su mente.

—¡Oh, Woody! Qué bueno que estás aquí~

Kirisaki salió del cuarto de baño llevando solo una toalla a la vez que hacía contacto visual con Taichi.

Así es. Lamentablemente, por más que la velocidad de pensamiento sea sobrehumana, si el cuerpo no puede seguir el ritmo, no tiene sentido. Taichi no tuvo más opción que enfrentarla.

—Lamento que tengamos que pedirte algo como esto, Woody… Pero, Kirara tiene preparado ropa interior de repuesto en el armario de tu hermana para situaciones de emergencia, ¿es posible que puedas traérnosla?

—¿Eh? Oh, sí.

(Ah, entiendo. Parece que la ropa interior en ese armario pertenecía a Fuwa. Dejar ropa interior de repuesto en la casa de otra persona es un tanto…)

La revelación de que Fuwa estaba gradualmente infiltrándose en su casa lo mareó.

—Por cierto, ¿qué tienes, Woody?

Las palabras de ella devolvieron a Taichi a la realidad, quien, frente a él, estaba una chica semidesnuda. Con solo una toalla enrollada en su cuerpo, cualquier movimiento brusco provocaría un desastre. Desde la zona absolutamente intocable, sus frescas piernas, hombros al descubierto, clavículas y un escote tentador…

—Woody, ¡tu mirada es súper lasciva~ jaja!

—¡Qw!¡Sdrftgyfujikolp! ¿Qué?

—¡Ja, ja, ja! ¡Woody, te estás poniendo muy nervioso jaja!

—Hey, Mai~. Ve rápido a pedirle la ropa prestada a Utsugi.

—¡¿Qué?!

Para empeorar las cosas, ahora Fuwa asomaba la cabeza por la puerta. A través del cristal esmerilado, se podía ver claramente que Fuwa no llevaba ni siquiera una toalla…

—Ah, Utsugi, eres tú. ¿Puedes traer algo de ropa de Ryoko-san y la ropa interior de respuesta? La ropa interior está en el armario.

—De acuerdo. Ah, dejaré la ropa interior primero.

—Vaya, qué inusualmente considerado… Pero, ¿por qué estas bragas están tan arrugadas y ligeramente cálidas?

—Debes estar imaginando cosas.

Ante una situación que superaba el procesamiento mental, Taichi dejó de pensar y limitarse a seguir órdenes.

***

En cuanto Ryoko llegó a casa, el ambiente se volvió aún más animado, con Kirisaki siendo la primera en presentarse. 

—¡Mucho gusto! ¡Soy Mai Kirisaki, amiga de Kirara!

Tras dicha breve presentación, procedieron a contar lo ocurrido y la razón de porque ella y Fuwa estaban en su casa.

Ryoko no pudo creer lo que había sucedido, mostrando una clara y expresiva preocupación por Fuwa, llegando hasta el punto de querer llevarla al hospital y que se quedara durmiendo en casa.

—Está bien, puedo irme a casa, aunque probablemente mis padres no estén allí, seguramente me las arreglaré por mi cuenta.

—Eso no está a discusión. Dame el contacto de tus padres, los llamaré.

—No, en serio, no es necesario.

—¡Dije que no está a discusión!

Bajo la presión de Ryoko, Fuwa terminó siendo forzada a quedarse a pasar la noche en la casa Utsugi.

—¡Taichi! ¡Tú duermes en el sofá de la sala hoy! Mante-chan dormirá en mi cama y yo dormiré en la cama de Taichi.

—¿Eh? ¿Por qué estoy solo yo en el sofá?

—¿Oh? ¿Quieres dormir conmigo?

—No, el sofá está bien para mí.

—Perfecto.

—¿Entonces puedo quedarme a pasar la noche también? Llamaré a casa para avisar que me quedaré aquí~

—Seguro. Como tenemos un futón extra, puedes usarlo y dormir en la misma habitación con Mante-chan. Si Taiichi intenta algo durante la noche, ¡lo castigaremos juntas!

—¡Sí!

—¿Eh…?

De forma totalmente inesperada, se decidió que Fuwa y Kirisaki pasarían la noche junto a los hermanos Utsugi.

Aunque todo parecía estar bien, Ryoko todavía insistía en que deberían llamar a la policía para reportar el auto que intentó arrollar a Fuwa, pero esta se negó firmemente ante esa propuesta.

Después de eso…

—Sí… no, más bien, me disculpo por la molestia… sí… sí, le haré entender a mi hermano… ¿Eh? ¿Al revés? ¿Ser el atacado? No creo que mi hermano tenga ese tipo de atractivo… sí… de acuerdo. Entonces, ella se quedará aquí por un tiempo… no se preocupe por eso. Nuestra casa también se está volviendo animada y divertida… Sí. Bueno, con su permiso…

La persona al teléfono era la madre de Fuwa. Parece que generalmente no está en casa, y aceptó que Fuwa, se quedara temporalmente en la casa Utsugi.

(¿Estás segura de que está bien? ¿No es un problema que un chico y una chica en la adolescencia duerman bajo el mismo techo?)

Por el contenido de la conversación, parece que la madre de Fuwa ha dado su consentimiento. Ryoko colgó el teléfono, parecía estar sonriendo irónicamente.

—Por un momento me sentí apenada, tu madre suele disculparse mucho.

—Sí, no te preocupes por eso, ella es así.

—¡Ah, cierto! La mamá de Kirara es súper relajada y tranquila, ¿verdad? Y bastante linda.

—¡Oye, no hables así de la madre de alguien!

—Pero es cierto que es linda, ¿no?

—¡Te lo repito, deja de decir eso o te golpearé!

—¡Oye, eso dolió! ¡No amenazas mientras golpeas a alguien inocente!

Tanto Fuwa como Kirisaki eran increíblemente ruidosas.

—Aunque tenemos aislamiento de ruido, traten de no hacer tanto escándalo, por favor, evitemos molestar a los vecinos. — dijo Ryoko intentando apaciguar el ambiente — Por ahora, Mante-chan se quedará en nuestra casa hasta que su tobillo mejore.

—Gracias por querer cuidar de mí. Pero, ¿estás segura de que está bien? Puedo arreglármelas yo sola.

—No tienes que preocuparte. A pesar de que la habitación es pequeña, siéntete como en tu propia casa. Incluso puedes hacer que Taichi haga cosas por ti.

—¡Hermana!

—¡De acuerdo!

—¡Fuwa-san, no asientas con una sonrisa tan amable!

—Jajaja, parece que a Woody deparará un gran desafío a partir de ahora.

Taichi se encontraba en una encrucijada, finalmente había llegado el día en que tenía que pasar las 24 horas del día junto a Fuwa. 

Aunque sólo iba a ser temporal, el hecho de que ahora tendría que compartir vida y espacio bajo el mismo techo parecía una especie de castigo o broma de mal gusto por parte de Dios.

—Mañana irás al hospital. Ya he reservado un taxi, así que Taiichi acompañará a Mante-chan. Yo me encargaré de contactar a la escuela y contarle lo ocurrido.

—Entiendo. ¿Pero ir al hospital no es un poco exagerado? Ni siquiera me duele tanto si no me muevo.

—No puedes ignorarlo. Podrías tener una fisura en el hueso, no solo es un esguince. Y una vez que te haces un esguince, es fácil que se repita. Es mejor que te revises al menos una vez.

—Bueno, si lo dices tú, Ryoko-san…

Ryoko persuadió a Fuwa, quien finalmente asintió. Esto no denotaba más que la buena relación que ellas habían formado entre sí.

—Bueno, ¿qué les parece si cenamos un poco más tarde? Mai-chan, ¿hay algo que no puedas comer?

—¡Puedo comer lo que sea! Salvo los champiñones… 

—Ja, ja. Entiendo. Taichi, ¿puedes ayudarme un momento?

Eran alrededor de las 20:00. Hoy había sido un día ocupado, y el hecho de que Fuwa se lastimara el tobillo solo complicó más las cosas.

No obstante, el problema no era solo que Fuwa se había lastimado, sino que… ¿Cómo podrán avanzar con la dieta?

Con una lesión de esa magnitud, significaba que se vendría abajo la rutina de correr por las mañanas, incluso la natación queda descartada. Y la mayoría de los ejercicios en los juegos de fitness tampoco eran posibles.

A través de restricciones alimenticias, podría continuar con la dieta. Aunque eso se traducía a que aumentarían los días necesarios para que Fuwa alcanzara su peso ideal. 

(…¿Qué puedo hacer? ¿Qué tipo de dieta puedo seguir que no requiera mucho movimiento físico?)

Taichi no podía dar el lujo de rendirse tan rápido cuando había llegado tan lejos, y mucho menos sentarse a esperar a que los resultados de la dieta arrojasen buenos resultados.

La experiencia en el karaoke de hoy lo dejó claro: Fuwa sigue siendo una presencia incompatible para él.

La extrovertida y el introvertido. La élite y la base de la jerarquía social. El fuerte y el débil. Es evidente que la fatiga mental alcanzará su límite en algún momento.

Mientras Taichi reflexionaba, Ryoko revolvía una olla sobre el fuego.

—Vaya, como se nota que ya estamos en junio. Sólo con estar frente a la olla me hace sudar.

(…¿Sudar por cocinar?)

De pronto, la imagen de Mai semi desnuda se le vino a la mente, como si una idea le hubiera golpeado directamente.

—¡Eso es!

—¿Eh? ¿Por qué de repente gritaste tan fuerte?

—¡Gracias, hermana!

—¿Eh? ¿Estás bien?

—¡Sí! ¡Estoy bien!

—….

(Es cierto, no es necesario hacer ejercicio para poder sudar.)

Después de la cena, Taichi se sentó en el sofá con su teléfono inteligente y se sumergió en internet. Investigó cómo poner en práctica su nueva idea, la forma más efectiva de hacerlo, así como las ventajas y desventajas que ello conllevaría…

—La próxima vez, me aseguraré de no fallar.

Con un bloc de notas en mano, Taichi se dedicó a investigar hasta que llegó la medianoche.

***

Al día siguiente…

Después de los exámenes, el diagnóstico reveló que no había anormalidades en los huesos, solo era un esguince. A Fuwa le inmovilizaron el tobillo y le dijeron que tenía que reposar por un tiempo. 

Según lo que dijo el doctor, ella se recuperará por completo en aproximadamente una semana.

Mientras regresaban del hospital en el taxi, Taichi se dispuso a contarle su idea a Fuwa.

—¿Sauna y baños de inmersión?

—Sí. Me pregunté si había alguna forma de hacer dieta sin ejercitarse, y eso fue lo que encontré tras mi investigación. 

Él nunca había intentado estas opciones, pero es bien sabido que tanto la sauna como los baños de inmersión tienen efectos positivos en la dieta. Además, se realizan por separado para hombres y mujeres. Por lo tanto, se podría decir que Taichi casi no se vería involucrado en esto, convirtiéndolo en un plan de dieta perfecto.

—Los baños de inmersión se pueden disfrutar fácilmente en casa, y se dice que ayudan a reducir la hinchazón y estimular el metabolismo. También se pueden esperar efectos beneficiosos para la belleza. 

Explicó Taiichi mientras mostraba las notas de ayer.

—Para la sauna, necesitas aprender cómo usarla correctamente, pero también se dice que tiene efectos positivos en la dieta.

—Hmm…

—Fuwa-san, has adelgazado considerablemente, pero debido a tu lesión, ahora te veras limitada en cuanto al ejercicio. Necesitamos algo que pueda sustituir el ejercicio temporalmente.

En este momento, su apariencia no difiere mucho de la que viste en su teléfono móvil anteriormente. La dieta que estaba a punto de seguir sería más como un paso adicional.

Pero Fuwa parece seguir sintiendo que no ha alcanzado la forma deseada…

Definitivamente, todavía tiene algo de grasa en zonas problemáticas como los costados y los brazos que podrían ser tonificados. Una vez se deshaga de eso, ella habrá alcanzado su objetivo deseado en la dieta.

—Bueno, supongo que no es mala idea, realmente quiero perder peso rápido. Ya estoy sintiendo que mi cuerpo volvía a su estado anterior, y sí, es algo impotente el no poder hacer nada de ejercicio.

—Si ese es el caso, ¿por qué no intentamos con baños de inmersión desde hoy?

—Eso suena bien, pero… ¿Qué tal si nos saltamos todo eso y vamos directo a la sauna?

—¿Qué?

(Espera… ¿Por qué siento que algo malo está a punto de suceder?)

—Señor conductor, por favor llévenos a un baño con sauna.

—¿Eh? ¡¿Qué?!

Esto no puede ser…

Mainichi Ie ni Kuru Gal ga Kyorikan Zero Demo Yasashiku nai

Mainichi Ie ni Kuru Gal ga Kyorikan Zero Demo Yasashiku nai

La chica gal que viene a mi casa todos los días no tiene límites pero no es amable
Status: Ongoing Type: Author: Artist: Released: 2023 Native Language: 毎日家に来るギャルが距離感ゼロでも優しくない
La pacifica vida escolar de Taichi Utsugi se vió seriamente afectada el día que por error, se rió de un chiste relacionado al peso de la chica gal más popular de la escuela, y que a su vez estaba en la cima de la jerarquía del salón. Manten Fuwa ha estado lidiando con problemas de peso en el ultimo año, cosa que le costó su trabajo como modelo, y el respeto de sus compañeros de clase. Llevandola poco a poco perder poder contra su rival, Yaida. Cómo resultado de ello, se vio en la obligación de bajar de peso con el fin vengarse de todos sus compañeros. Sin embargo era una tarea no que no podía llevar acabo ella sola, fue ahí cuando obligó a Taichi para que la compañara en meta como castigo por haberse reido de ella. Así es como comienza una comedia romantica entre un chico introvertido y una gal con actitud de matona.

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